
En un mes aproximadamente, tendremos la oportunidad de cambiar por completo la composición de la Cámara de Diputadas y Diputados. En total en el país podremos elegir 155 nuevos parlamentarios, y también podremos cambiar al menos a la mitad de los senadores. Es una oportunidad única que tenemos cada ciudadano para que, justamente por primera vez desde el regreso a la democracia con voto obligatorio, podamos poner en aquel edificio legislativo a quienes nos generan la confianza suficiente que harán lo correcto.
Y hablamos de confianza porque, según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos, solo el 8% confía en el Congreso, eso nos da que al menos más del 90% de la población no confía en sus parlamentarios. ¿Deberíamos cambiarlos a todos entonces?
La confianza en el Congreso se ve mermada hace años. Sobre todo, por el tema de la dieta parlamentaria y sus asignaciones. Por años ha estado la discusión sobre la mesa de cuanto ganan los diputadas, diputados, senadoras y senadores, pero no habíamos puesto el ojo en los funcionarios.
Tras un completo reportaje que en primera instancia mostró La Segunda hace unos meses, y que ahora el área investigativa de Radio Bío Bío profundizo en su página web, pudimos darnos cuenta que al menos 130 funcionarios del Congreso Nacional reciben sueldos mayores a los de los propios diputados y senadores.
El desglose indica que 62 trabajadores del Senado tienen sueldos brutos que superan los 8,4 millones de pesos ($8.400.000), siendo las de abogados las remuneraciones más altas, nueve de los cuales son secretarios de comisiones.
El que más gana recibe 17 millones de pesos mensuales. No todos son abogados, por ejemplo. Hay también un profesor de Matemáticas, uno de Computación, una de Historia y dos de Castellano, también aparecen entre las cifras más altas, con sueldos que van desde los $8 millones hasta los $13 millones.
La situación en la Cámara de Diputados no es distinta, pues según revela el reportaje de Radio Bío Bío, son 53 los funcionarios que gozan de un sueldo que supera los $8,4 millones, con 10 profesionales que reciben entre $15 millones y $19 millones cada mes.
Sumemos a eso lo que acontece en la Biblioteca Nacional del Congreso (BCN), no es distinto, acá son 20 los empleados que reciben sueldos superiores a $8,4 millones, siendo el del jefe del departamento Servicios Legislativos y Documentales y el del jefe sección de Asesoría Técnica Parlamentaria los que lideran, con $12,8 millones.
Pero quienes justamente deben legislar por bajar o subir estos montos, que son vistos en el presupuesto nacional hoy mismo, provocaron una escandalosa ausencia en sus puestos laborales. Este miércoles la sesión en la Cámara Baja no logró reunir el mínimo de 50 diputados. Es decir, más de 100 simplemente no asistieron a votación de las enmiendas al Convenio Constitutivo de la Organización Marítima Internacional, y el proyecto de ley que otorga la titularidad en sus cargos a profesores contratados a plazo fijo por más de tres años.
Por un lado, sueldos millonarios sin precedentes en el Congreso Nacional que simplemente se burlan del país, y por otro una ausencia total de sus parlamentarios para ir a realizar su trabajo. ¿Y si los cambiamos a todos? Eso dependerá de cada uno el próximo 16 de noviembre.