
Una vez más los niños y niñas de las comunas de Quintero y Puchuncaví han comenzado a sufrir las consecuencias de nuevos focos contaminantes que son absolutamente desconocidos, transformándose en un verdadero misterio cuál es la fuente que ocasiona estos eventos.
La información que se tiene es que en el ambiente existiría un fuerte olor a gas y a cloro. Niñas y niños por ejemplo de la Escuela Integral Amanecer de la localidad de Ventanas en Puchuncaví, han registrados síntomas asociados a intoxicación, esto quiere decir, fuertes mareos y dolores de cabeza, algunos con náuseas y dolores de estómago, sumado a picazón en otros integrantes de las comunidades.
¿De dónde viene ese olor a gas y a cloro? Nadie lo sabe. Cuesta creer que hoy no tengamos claridad de cuál y quién es la fuente contaminante. Las sospechas están, pero la certeza no existe.
El Senador Francisco Chahuán solicitó que "se determine de forma inmediata quiénes son los responsables de esta nueva emergencia ambiental y qué medidas se van a tomar", pero ¿tenemos las capacidades para aquello?
La Superintendencia del Medio Ambiente inició una investigación, como los cientos que se han realizado en la zona durante años sin encontrar muchas veces a los culpables. Hablamos de sospechosos, la propia entidad realizó inspecciones a la Planta de Lubricantes Quintero de la Compañía de Petróleos de Chile (Copec) y al Terminal Marítimo ENAP Quintero, pero todo está normal.
La autoridad también tomó muestras con un dispositivo canister en dos ubicaciones de la comuna de Quintero, específicamente en el Hospital de Quintero y en el colegio Alonso, pero tampoco arrojan nada.
¿De dónde viene el olor a gas o a cloro? La incógnita es gigante, es un verdadero misterio sin resolver. Mientras tanto las autoridades se dan vuelta y vuelta como el delegado presidencial para Concón, Quintero y Puchuncaví Cristian Cáceres que, al más puro estilo de un vocero, habla sin decir nada concreto, señalando que "como Gobierno estamos preocupados y ocupados porque sabemos que la gente espera respuestas de nuestra parte".
Pero ¿dónde están las respuestas? Nadie lo sabe. Por ahora se declaró una alerta sanitaria en las tres comunas, esto a raíz justamente del aumento de consultas asociadas a intoxicaciones. Esta acción va a permitir reforzar en algo las acciones del organismo de salud, pero en lo concreto no es nada más que un buen título. Esta medida estará presente hasta el 30 de enero del 2026. ¿Por qué hasta esa fecha? Nadie lo sabe tampoco. A lo mejor había que colocar una fecha y se puso.
Lo desesperante es que, quizás mañana o la próxima semana, nuevamente niños y niñas de estas comunas tendrán que estar encerrados en sus salas de clases, que personas mayores tendrán que intentar llegar por sus medios a los centros de salud, y que nuevas investigaciones se abrirán, pero no es posible que el misterio de Quintero y Puchuncaví siga sin resolver. No podemos no saber quién diablos es la fuente contaminante.