
El Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos resolvió, por 3 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención, aprobar la solicitud presentada por Enjoy para renunciar de manera anticipada a los permisos de operación del casino de Viña del Mar.
Esta información dada a conocer este lunes es un duro golpe a la Ciudad Jardín. Debemos mencionar que parte importante de los ingresos que percibe el municipio de Viña del Mar provienen del pago que, anualmente, hace el concesionario del casino. Tampoco es un misterio que hace años que Enjoy, hoy concesionario en la Ciudad Jardín, tiene problemas económicos y todo esto debido a lo sucedido post pandemia y estallido social.
Los ingresos de Enjoy se fueron a suelo, esto obligó a una reorganización financiera, y después a una serie de conversaciones y negociaciones que permitieran que la empresa pudiera continuar sin irse a una quiebra que podría ser más traumática que la situación actual.
Hoy al menos Viña del Mar tendrá garantizado tres años más de ingresos. Todo lo que resta del 2025, más el 2026, 2027 y hasta el 2028. Situación que hubiese sido distinta por ejemplo si no le permitieran renunciar a la concesión a un Enjoy que hoy no tiene un gran socio contralor. Sus acciones principalmente en la actualidad son fondos de inversión.
En palabras simples, Viña del Mar tiene asegurados ingresos hasta el 2028, de ahí en adelante deberá realizar una nueva licitación y ver cómo lo hace para atraer inversionistas, empresas, casinos, que quieran desde ahí en adelante operar el tradicional casino viñamarino.
Esta tarea no es menor y deben estar involucrados todos los actores, sobre todo los de la ciudad. Viña no puede vivir sin los dineros del Casino. Pero ¿cuánto vale hoy a precio mercado esta concesión? Claramente el valor que pagó o que ofreció Enjoy antes de la pandemia, no es lo que vale hoy. Por eso es muy relevante ponerse creativos, tanto de la Superintendencia de Casinos como del propio municipio, para ofrecerle al mercado internacional la operación de una súper concesión en la Ciudad Jardín desde el 2028 en adelante.
No solo acá se va a operar un casino. Podemos sumarle todo el entorno de la costa de Las Salinas, por ejemplo. El Muelle Vergara, los tradicionales restaurantes como el Tierra del Fuego y Nogaró. No olvidemos que todo eso depende directamente del municipio viñamarino. Hoy la Ciudad Jardín más que nunca debe mostrarle al mundo, y hablamos del mundo, porque sin duda el Casino de Viña del Mar puede ser uno de los más atractivos de Sudamérica.
Este golpe a las finanzas de la Ciudad Jardín puede transformarse en una oportunidad real de darla mayor valor a la ciudad. Lograr encontrar un socio operador de reconocimiento mundial que llegue a invertir a la comuna y se transforme en un buen vecino, en un aporte. Para eso hay que saber venderlo. Hay que estructurar un plan. Acá veremos la capacidad de gestión. Quedan tres años. Veamos de qué somos buenos. Ya el Gobierno de Gabriel Boric parece haberse olvidado no solo de la región, no solo de la reconstrucción, sino también de la billetera de Viña del Mar. Y hablamos del Gobierno porque los ministerios pudieron hacer más. Le hicieron la tarea fácil a Enjoy. Es cierto, no había mucho más que hacer. Pero el que puede perder acá es la Ciudad Jardín. Esperemos que exista la capacidad para ver de este desastre, una oportunidad.