Nadie podría negar que la hoy diputada Camila Flores es una figura polémica dentro de la política. Si bien su domicilio está en Renovación Nacional, lo cierto es que la hoy candidata al Senado por la Región de Valparaíso nos confunde por decir lo menos. Si uno ve un afiche, un letrero o una paloma de ella, uno ve una estrella muy parecida a lo que es el logo del Partido Republicano. La misma estrella que ocupa Kast por ejemplo en su publicidad.
¿Qué busca Camila Flores con aquello? Es la incógnita a resolver. Ella se muestra con un discurso de “la derecha valiente”, pero cuando uno analiza cómo ha sido el historial de votaciones en el Congreso según el informe “Radiografía a la Cámara de Diputados” del Instituto Res Publica el cual analiza el comportamiento legislativo de los parlamentarios a partir de las 1.576 votaciones efectuadas entre el 11 de marzo de 2024 y el 10 de marzo de 2025, muestra que ella justamente fue una de las diputadas de derecha que más se acercó a la izquierda durante el 2024.
¿Qué tan de derecha es realmente o es un camaleón que cambia de color según la ocasión? Una incógnita sin resolver porque si bien ella milita en Renovación Nacional y su candidata presidencial debería ser Evelyn Matthei, hoy no se le ve con ella. De hecho, cuando la ex alcaldesa de Providencia lideraba en las encuestas ella no dudaba en ponerse al lado de la presidenciable, acompañarla en eventos y ser prácticamente su guarda espaldas. Pegó hasta codazos cuentan para estar al lado de la “Queen”.
Pero tal camaleón cuando comenzó a ver que Matthei bajaba en las encuestas y comenzaba a sonar el fenómeno de Johannes Kaiser, no dudo en dejarse ver en un acto con el candidato del Partido Nacional Libertario en Olmué sentada en primera fila.
¿Cuál es la consecuencia política entonces? Se preguntarán muchos. ¿O será que está bien que nuestros candidatos también tengan el derecho a cambiar de color?
El diputado Andrés Celis y compañero de partido de la hoy candidata al Senado Camila Flores tiene una hipótesis. "Quiere a toda costa ser Senadora y para ella el fin justifica los medios".
Profundizando el parlamentario dice de su compañera que "juega con el eslogan de ser de una derecha valiente" para sacar votos de los partidos republicanos y libertarios, pero que en el fondo en su rol de diputada ella "Camila Flores ha estado ausente en las comisiones de Constitución, ha estado ausente en numerosas sesiones. Por lo general llega tarde, se pone presente, y nunca está en la Sala”.
Críticas más o menos, no podemos desconocer que el olfato o “oportunismo” dirán otros de Flores es una de sus principales características. Supo aprovechar bien la tribuna del programa Sin Filtros por ejemplo. Sin pudor no ha tenido piedad con otros panelistas. Inclusive el último episodio que protagonizó con Rodrigo Rettig terminó con este último fuera del set. Claro que su concepto de “el fin justifica los medios” quedó demostrado cuando no le importó que, por ganar su punto en la discusión, quedará develado un incómodo momento personal de su contrincante.
Flores encara a Rettig de porqué no siguió estudiante en colegios particulares. Este responde: “Me echaron de los colegios. Mi madre el año 94, que en paz descanse porque murió en el 2012, tenía problemas de adicción, yo tenía 11 años cuando estaba en el colegio Tomás Moros (…) y me echaron de ese colegio producto de que yo tenía un conflicto familiar como miles de familias tienen y usted me quiere achacar ahora el problema de mi madre”.
Flores no se calló. Elevó la voz y siguió atacando a su presa como una fiera. No le importó el relato. No le importó ver al frente de ella a un hombre destrozado por haber recordado un momento de su infancia. A ella le importaba ganar. “El fin justificaba el medio”.
¿Qué habrá sentido Camila Flores cuando su propia cuñada era condenada a 10 años de cárcel? No podemos olvidar que la actual diputada, y quizás futura Senadora, ya casada con Percy Marín también fue parte de la "Agrupación para el desarrollo de la familia". ¿Acá comenzó a formarse eso que en política se llama “cuero de chancho”?
Es aquí cuando viene la pregunta: ¿Cuál es el nivel de ética que queremos nos represente en el Senado?
Pronto sabremos si las fórmulas, las caretas o las estrategias surten o no efecto. Si la gente se da o no cuenta. Quizás sea Camila Flores una de las mayores incógnitas de esta elección. ¿Tongo, oportunismo político o el estilo de parlamentario que nos merecemos en el Senado? Esa respuesta la sabremos el 16 de noviembre próximo, no podemos olvidar la frase que dice “todo pueblo tiene el gobierno que se merece”.