El Teatro Municipal informó la salida del argentino Luis Ortigoza, quien tras dos años dejará el mando de la Compañía en medio de acusaciones de realizar grabaciones de audio sin consentimiento de bailarines. Renato Arismendi, Cyril de Marval y Pablo Aharonian asumirán internamente.
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El Teatro Municipal de Santiago informó la salida del argentino Luis Ortigoza de la Compañía de Ballet, enmarcada en denuncias de maltrato laboral.
“Después de dos años como director artístico, Luis Ortigoza, dejará la dirección de la Compañía. Su salida se concretó hoy miércoles 29 de marzo y, en su reemplazo, asumirá interinamente el staff de maestros de baile, integrado por Renato Arismendi, Cyril de Marval y Pablo Aharonian”, informó el teatro en un comunicado dado a conocer por La Tercera.
El Municipal informó que el trasandino asumió el cargo en enero de 2021, durante la pandemia del covid-19, "luego de desempeñarse como asistente de dirección de su predecesora, Marcia Haydée, y de desarrollar una carrera de más de tres décadas en la Compañía, donde llegó a convertirse en Primer Bailarín Estrella. Recibió la ciudadanía chilena por gracia en 2014 por su aporte cultural al país”.
“El Teatro Municipal de Santiago agradece a Luis Ortigoza sus más de 30 años en la institución”, complementó la entidad. Ortigoza había llegado en reemplazo de Marcia Haydée.
Francisca Montenegro, presidenta del sindicato de artistas del teatro, acusó en el citado medio que hay siete denuncias en la Inspección del Trabajo en contra del director saliente, en las cuales algunos bailarines debieron certificar enfermedad ante la Mutual. Además, dijo que tiene dos juicios vigentes por malos tratos.
De hecho, el 28 de marzo hubo una protesta frente a la Municipalidad de Santiago donde acusaron a Ortigoza de grabar las conversaciones de los bailarines sin su consentimiento.
“Finalmente después de largos meses exponiéndonos a una realidad desconocida y desgastante, nuestras voces fueron escuchadas, no fue fácil manifestarse en las calles y tener que denunciar ante la justicia las graves faltas que sufrimos a nuestros derechos fundamentales como trabajadores y personas”, señaló indicaron los bailarines en un grupo de Instagram.
“Hoy vemos la posibilidad de trabajar en paz, pudiendo enfocarnos solo en lo importante. Sin olvidar lo afortunados que somos de poder vivir de lo que amamos y que nadie vuelva a hacer de nuestro lugar, un espacio tan hostil como el que vivimos”, añadieron.
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