El diputado y médico, Juan Luis Castro, le realizó un chequeo preventivo a su colega para monitorear su estado de salud.
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Más de 13 horas ha hablado el diputado Jaime Naranjo, del Partido Socialista, en su defensa a la acusación constitucional presentada contra el presidente Sebastián Piñera por sus vínculos con la compraventa de Minera Dominga.
El parlamentario empezó su intervención a las 10:25 horas y ha leído su discurso prácticamente de corrido, con apenas una pausa de 15 minutos a las 16:00 horas. Recién a las 21:39 horas se realizó una segunda suspensión de 20 minutos correspondiente al reglamento.
El objetivo de Naranjo permitir que el parlamentario Giorgio Jackson (Revolución Democrática) finalice su período de cuarentena y se dirija al Congreso para aprobar el libelo acusatorio, ya que sin su presencia no estarían los 78 respaldos necesarios para que el texto siga su tramitación en el Congreso.
Durante el segundo receso, el legislador aseguró ante la prensa que "esto es un ayuno que he hecho por la justicia de nuestro país. Esto hay que entenderlo como un ayuno que hago por las personas a quienes se les han violado sus derechos humanos y que quedaron en la impunidad en la acusación constitucional anterior".
"Esto es un gesto para que nuestro país de una vez por todas no acepte que tengamos un Presidente que falta a la probidad, y por eso uno está dispuesto a cualquier sacrificio, para que en nuestro país se viva una plena democracia", añadió.
"Y eso es lo que quiero dejar claro hoy día: un testimonio de que se puede luchar hasta lo más largo y profundo del ser humano para que haya justicia", sentenció.
Cabe señalar que el médico y diputado Juan Luis Castro, tomó los signos vitales de Naranjo para monitorear su estado de salud.
“Le tomé los signos vitales, tiene 70 de frecuencia cardiaca, normal, y 14.8 de presión arterial sistólica. Está dentro del rango normal, es una persona sana. Y por lo tanto está bien, está anímicamente mejor todavía, así que yo voy a seguir atento porque me pidió que estuviéramos cerca por cualquier cosa, no es que tenga una enfermedad, por el contrario, está en su mejor momento”, declaró el parlamentario.
Naranjo está poniendo en práctica algo conocido como filibusterismo, una técnica que tiene como objetivo retrasar la votación de un acto legislativo gracias a un discurso de larga duración. El pasado 4 de noviembre, el socialista ya adelantaba que aplicaría la "Ley Lázaro: hasta que los diputados puedan caminar".
Además, el militante PS superó un récord que ostentaba el exdiputado UDI, Jorge Ulloa, quien en 1993 realizó una intervención de seis horas para permitir la llegada de Pablo Longueira a la votación de una acusación constitucional en contra de tres ministros de la Corte Suprema y un Auditor General del Ejército.
PURANOTICIA
