El problema pasa por la rotura de un grifo en las afueras del reducto, lo cual obligó a vaciar la copa de agua del estadio por tercera vez, dejando sin este servicio básico a las instalaciones del coliseo.
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Se espera que Universidad de Chile vuelva a hacer local en el Estadio Nacional el próximo 27 de agoto, cuando reciba a Universidad Católica por una nueva edición del Clásico Universitario. Sin embargo, el reducto corre riesgos de albergar el cotejo.
Es que este viernes, la Asociación de Funcionarios del Instituto Nacional de Deportes (ASOFIND) informó mediante un comunicado que nuevamente se paralizaron los trabajos en el coliseo de Ñuñoa, con miras a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
El problema pasa por la rotura de un grifo en las afueras del reducto, lo cual obligó a vaciar la copa de agua del estadio por tercera vez, dejando sin este servicio básico a las instalaciones del coliseo central, el Patinódromo, el Centro Acuático, el Court de Tenis y las oficinas de administración.
Además, el organismo dijo que hubo problemas de electricidad y servicios de internet, por lo que se decidió enviar a todo el personal a sus hogares, situación que se mantiene hasta la fecha, y que el plan de contingencia "no satisfacía las necesidades sanitarias básicas para el funcionamiento de las dependencias del Estadio Nacional".
También, la entidad añadió que "no es la primera vez que la empresa a cargo de las obras ha provocado un daño no solo en el funcionamiento, sino también en lo económico, ya que cada vez que hay que vaciar la copa, toda esa agua perdida debe ser pagados por el Instituto Nacional de Deportes".
Por lo mismo, ASOFIND aseguró que los daños podrían afectar directamente al duelo entre azules y cruzados: "Se desconoce hasta ahora si el Instituto ha cursado multas a la empresa por estos perjuicios, que de continuar ponen en peligro la realización de eventos programados en el recinto, como el Clásico Universitario de la próxima semana".
"Hasta hoy en la mañana, aún no se reparaban las filtraciones, ya que el material de los ductos (rocalit) no es fácil de encontrar ni instalar. De no ser así, se deberá recurrir a un plan de una mayor envergadura, lo que retrasaría aún más la posibilidad de que los funcionarios vuelvan a sus funciones", sentenció.
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