
Para los sevillanos, la obligación de ganar se asentaba en que jugaba como local y a sabiendas que el Submarino Amarillo cuenta con un partido pendiente.
Lo dijo con todas sus letras el entrenador Manuel Pellegrini antes del partido entre Real Betis y Villarreal: “Es un encuentro de seis puntos. Una final”.
Y es que los dos rivales llegaban a jugar en la fecha 31 de la liga española con 48 unidades, peleando palmo a palmo por el último cupo de Champions.
Para los sevillanos, la obligación de ganar se asentaba en que jugaba como local y a sabiendas que el Submarino Amarillo cuenta con un partido pendiente.
Y los de Pellegrini no estuvieron a la altura de lo esperado porque cayeron 2-1 y, aunque aún restan siete fechas por jugarse en la liga, quedaron dañados en su ilusión por llegar a la Champions.
El tempranero gol del lateral Ruibal -con una volea perfecta, baja y al primer palo del portero Luiz Junior- parecía encaminar a los sevillanos a una jornada más o menos tranquila.
Y si bien lo fue en el trámite en el primer tiempo, donde el equipo de Manuel Pellegrini tuvo dos ocasiones para aumentar el marcador en los diez minutos siguientes al 1-0, el partido se le fue enredando al punto que, a los 26 minutos, y sin hacer mucho por ello, Villareal pudo empatar el marcador por intermedio de Barry quien logró acertar luego de una serie de rebotes en el área de Real Betis.
La igualdad, sin duda, la sintió la escuadra de Sevilla porque si bien se fue aquietando y aumentando su porcentaje de posesión, no logró encontrar la jugada precisa para vulnerar la cada vez más cerrada defensa de su rival que, incluso casi al término de los 45 minutos iniciales, y mediante rápido contraataque de Ayoze, estuvo a punto de convertir el tanto que le hubiese dado la ventaja.
Pero Villarreal no tuvo que esperar demasiado para tener otra oportunidad y, esta vez, aprovecharla.
Al iniciarse el segundo tiempo, el propio Ayoze logró poner el 2-1 para el Submarino Amarillo tras gran pase largo a la espalda de Dani Parejo. Ayoze, por su pasado en Real Betis, no celebró el tanto en forma efusiva.
De ahí para adelante, el encuentro se abrió.
Como era lógico, el cuadro local se fue con todo contra el arco rival para conseguir la igualdad, pero Villarreal quedó con opciones reales de liquidar de contraataque.
Pareció que Real Betis podría alcanzar el empate a los 64’ cuando el recién ingresado Lo Celso cayó en el área rival y el juez cobró penal.
La jugada, sin embargo, fue revisada por el VAR y desestimada como falta.
Real Betis debía seguir remando. Pero frente a un Villarreal que se transformó en un muro y que fue ganando convicción conforme fueron pasando los minutos.
Y no hubo caso. El premio fue para los visitantes y el dolor para Pellegrini y su equipo que, ahora, tendrá que en encontrar otra oportunidad, como la que parecía tener este domingo.
PURANOTICIA