Una dura e inesperada caída fue la que sufrió el Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo, en un partido en que los verdiblancos terminaron con nueve jugadores y se inclinaron por 2-0 ante Cádiz en el Benito Villamarín.
Tras el compromiso, el "Ingeniero" realizó una profunda autocrítica respecto a la actuación de sus dirigidos, haciendo hincapié en los errores propios que encaminaron la derrota de su equipo.
"Terminamos con dos jugadores menos y los dos goles que encajamos fueron ambos regalos. Así es muy difícil conseguir un buen resultado", aseguró el estratego, quien si bien no quiso responsabilizar al árbitro por el marcador, sí cuestionó la tarjeta roja a Sergio Canales a los 38 minutos.
Al respecto, el estratego calificó su expulsión como "exagerada", argumentando que "el jugador está a 30 metros de la portería nuestra, estaba Edgar 10 metros atrás como último hombre".
Sobre la amonestación a Aitor Ruibal, el chileno consideró que se ajustaba al reglamento, aunque de inmediato reiteró que "específicamente la jugada de Canales creo que la tendría que haber revisado el VAR porque Edgar estaba atrás y habría llegado al cruce".
"Hay que hacer siempre autocrítica ganando o perdiendo. Se nos escaparon tres puntos que queríamos sumar en casa, queda todavía mucho por pelear. Ya hablaremos en el momento adecuado con los jugadores", cerró Pellegrini, asumiendo que el objetivo de clasificar a Champions League poco a poco se va alejando.
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