El tenista chileno ahora enfrenta la última parte de la temporada para terminar de la mejor forma posible este complicado 2024.
Nicolás Jarry no ha tenido un buen año 2024. El tenista nacional ha debido bregar en el segundo semestre con una seguidilla de malos resultados.
Y los fríos números así lo indican: de los últimos ocho partidos que disputó, el chileno sólo pudo vencer a Lukas Klein en los octavos de final del ATP 250 de Chengdú; mientras que quedó eliminado en su primer partido del Masters de Shanghai, el ATP de Beijing, US Open, el Masters de Cincinnati, el Masters de Montreal, en los Juegos Olímpicos de París y en Wimbledon.
La razón de esta mala campaña en gran parte es la rebelde enfermedad que lo aqueja desde hace algunos meses: una neuronitis vestibular que se le desarrolló después disputar el ATP de Roma, dolencia que se caracteriza por provocar crisis de vértigo, mareos, náuseas y vómitos. De hecho, en el inicio de su recuperación, Jarry tenía problemas de equilibrio y no podía ver de buena forma la pelota.
El chileno ahora enfrenta la última parte de la temporada para terminar de la mejor forma posible este complicado 2024 donde disputará tres torneos: Estocolmo, Basilea y París.
Para el primero de ellos, que disputará la próxima semana, el chileno -quien es el quinto sembrado-, ya tiene rival: el tenista sueco Elías Ymer, a quien se le otorgó un wild card.
PURANOTICIA