En uno de sus peores partidos del año, el chileno se inclinó frente al qualy argentino Marco Trungelliti en la segunda ronda del ATP 500 de Barcelona y sumó su segundo debut y despedida consecutivo.
Nada de buena está siendo la gira europea de arcilla para Nicolás Jarry (22° del mundo) en esta temporada 2024. Es que si el chileno ya había caído en su debut la semana pasada en el Masters 1000 de Montecarlo, ahora repitió en el ATP 500 de Barcelona, también conocido como el Conde de Godó.
Tras quedar libre en primera ronda por su condición de noveno cabeza de serie, el "Príncipe" se inclinó en segunda frente al qualy argentino de 34 años Marco Trungelliti, 197 del orbe. Fue un 7-6 (5) y 6-3 tras dos horas para el trasandino ante un nacional que jugó muy mal, no aprovechó ninguna de las tantas oportunidades de quiebre que tuvo y fue un festival de errores no forzados.
La primera manga fue muy apretada, con los dos jugadores firmes con sus envíos y donde solamente el nieto de Jaime Fillol tuvo una opción de break, en el cuarto game, pero la malogró. Por eso, el set se definió en un tiebreak donde el santiaguino desaprovechó una ventaja de 3-1.
El segundo episodio fue aún peor para el pupilo de Juan Ignacio Chela y César Fábregas, porque desperdició bolas de break en el primer y tercer juego y entregó su saque en el segundo para quedar rápidamente 3-0 abajo. Y si bien levantó un match point con su envío en el octavo juego, no le alcanzó y no pudo quebrar en el siguiente para evitar su caída.
Con esta victoria, Trungelliti se tomó revancha del chileno de la derrota del año pasado en este mismo torneo (esa vez fue en primera ronda).
En tanto, Jarry sumó su segundo debut y despedida consecutivo en un torneo y el quinto de la temporada, tras el Abierto de Australia, Río de Janeiro, Indian Wells y Montecarlo. De paso, se llena de dudas de cara al resto de la gira europea sobre arcilla, donde la próxima semana disputará el Masters 1000 de Madrid.
PURANOTICIA