El presidente de Azul Azul declaró que "no estaban las garantías mínimas. No se puede ganar a cualquier costo".
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El presidente de Azul Azul, Michael Clark, aseguró que el clasico entre Universidad Católica y Universidad de Chile, por los cuartos de final de Copa Chile, se debe dar por terminado. Además, condenó la agresión sufrida por el arquero Martín Parra.
"Este partido se debe dar por terminado, es un encuentro que se debió jugar sin público. Actuaremos con todo el rigor de la ley", aseguró el dirigente azul, tras la suspención del encuentro, del cual solo se alcanzaron a jugar cino minutos.
"Vamos a ir contra los organizadores del partido, esto no puede pasar. Me imagino que el otro club quiere bajarle el perfil. Con la Catolica viene pasando hace rato", aseveró. "No puede ser que uno venga a jugar y a los cinco minutos un jugador deba ser trasladado en ambulancia", agregó.
Además, el presidente de Azul Azul aseguró que han sufrido una discriminación no justificada: "Nuestra barra se porta increíble y nos tratan con la punta del zapato, tirándonos de una ciudad a otra".
Junto a esto, reiteró su intención de que el partido se dé por terminado: "Nos estamos jugando cosas muy importantes. No hay nada más grave que un jugador termine herido. Mientras no demos señales, no vamos a poder cortar la violencia".
Para finalizar, aseguró que "algunos jugadores de Católica insultaron a los nuestros porque se iban al camarín. No estaban las garantías mínimas. No se puede ganar a cualquier costo", cerró.
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