A través de un comunicado, explicaron que "la forma en que el Club ha sido administrado en los últimos años, junto con decisiones que no compartimos y cuyos resultados han sido evidentes tanto en lo deportivo como en lo institucional, ha generado en nosotros una profunda desilusión".
Un verdadero terremoto se vivió este lunes en Universidad de Chile luego de que Daniel Schapira, segundo máximo accionista de Azul Azul junto a su hijo Eduardo, anunciara que pondrá a la venta su participación en la concesionaria que administra a Universidad de Chile.
En un comunicado, el empresario explicó que "la forma en que el club ha sido administrado en los últimos años, junto con decisiones que no compartimos y cuyos resultados han sido evidentes tanto en lo deportivo como en lo institucional, ha generado en nosotros una profunda desilusión".
"A ello se suman los malos ratos, la frustración sostenida que esta situación nos ha hecho vivir, y las desgastantes controversias y litigios que hemos tenido que afrontar, circunstancias que nos han llevado a concluir que nuestra permanencia como accionistas ya no resulta coherente con nuestras convicciones ni expectativas iniciales", sumó el férreo opositor a la gestión de Michael Clark.
Asimismo, los Schapira plantearon que "somos plenamente conscientes de que esta decisión implica asumir pérdidas económicas relevantes, las que estamos dispuestos a aceptar con tal de cerrar una etapa que, lejos de la ilusión con la que comenzamos, se ha transformado en una experiencia ingrata".
Por último, indicaron que "agradecemos a quienes, desde distintos roles, han trabajado con honestidad y dedicación por el club, y manifestamos nuestro sincero deseo de que Universidad de Chile pueda reencontrarse con un proyecto serio, responsable y acorde a su historia y al profundo cariño que despierta en sus hinchas".
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