Se trata de una victoria que sirve para romper la racha de empates a la que parecía haberse abonado el equipo.
Tercer amistoso de la selección femenina de fútbol antes de jugar el repechaje que dará paso al Mundial de Australia y Nueva Zelanda. El conjunto dirigido por José Letelier consiguió derrotar a Filipinas en el Estadio Municipal de La Pintana por 1-0 gracias al gol de Karen Araya. Se trata de una victoria que sirve para romper la racha de empates a la que parecía haberse abonado el equipo. La reacción chilena ha comenzado a generar los primeros pronósticos en las mejores casas de apuestas de ApuestasOnline, donde ya parte como una de las favoritas para obtener el billete directo a la cita mundialista.
Después del partido gris que ofrecieron las chilenas la semana pasada en el primer duelo contra las asiáticas (1-1), la sensaciones futbolísticas en esta segunda cita han sido mucho más satisfactorias. La Roja dejó claro desde el arranque su buena predisposición a la hora de hacerse con el dominio de la pelota y cobrar protagonismo a base de largas circulaciones. No tardó el combinado andino en crear la primera ocasión de peligro. A los nueve minutos del pitido inicial, fue Araya la que aprovechó un rechace desde el balcón del área para controlar con el pecho y fabricarse un disparo bombeado que se acabó marchando por encima de la portería rival.
La idea de generar oportunidades a través de los extremos empezó a ser una constante en el planteamiento táctico de la selección chilena. De ahí surgió la combinación ofensiva dada entre Toro y Navarrete por el carril izquierdo en el minuto dieciocho. La jugada prosperó con un centro colgado sobre el punto de penalti que recogió Paloma López para firmar el segundo aviso. Su lanzamiento también salió ligeramente desviado más allá del larguero de Olivia Davies. La respuesta filipina no se hizo esperar. La centrocampista Kitrina Guillou, después de un saque de banda a favor, enganchó una pelota muerta en el borde del área pequeña chilena y logró rematar, prácticamente sola, frente a Antonia Canales. El tiro a bocajarro y a baja altura de la futbolista asiática obligó a la guardameta local a responder a golpe de reflejos para evitar la igualada.
Tras esto, una larga combinación de las chicas de José Letelier dio origen al primer y único gol del partido. Ocurrió en el minuto veintitrés. Un centro lejano de Olivares desde la zona de tres cuartos puso a correr a Zamora, que logró controlar la pelota dentro del área y ya casi en la línea de fondo para dejar un pase atrás que Karen Araya convirtió de primeras en el 1-0 definitivo.
El tridente formado por Valentina Navarrete, Ivette Olivares y Paloma López se encargó de poner la dinamita en la zona de ataque durante el segundo tramo de la primera mitad. De ahí surgieron precisamente las nuevas ofensivas, el repertorio de lanzamientos que bien pudo colocar el 2-0 en el electrónico. El intento más claro llegó en el minuto treinta, gracias a un desborde de Navarrete por el carril izquierdo. La centrocampista del Santiago Morning se deshizo de dos jugadoras y sacó un centro al punto de penalti que acertó a rematar de cabeza Karen Araya, prácticamente sin oposición. El balón salió ligeramente desviado por el lado derecho del arco filipino.
Movía y movía Chile de lado a lado, ensanchando el campo, buscando ampliar la diferencia con balones colgados y disparos de media distancia. En consecuencia, le duraba poco la pelota al rival, sumido en imprecisiones y en la tarea frecuente de limitar cada una de las jugadas locales. La desesperación de la escuadra azulona se tradujo rápidamente en un caudal de faltas que dejó incluso una tarjeta amarilla para Eva Madarang y otra para Sara Eggesvik en cuestión de cinco minutos. Poco trabajo provocó para Canales esta ausencia de respuesta filipina, cuyo avance más amenazador vino de un saque de esquina que acabó en una insustancial falta en ataque.
Fue al borde de la bocina cuando se produjo una nueva ocasión de poner tierra de por medio en el marcador. La magia de Yessenia López hizo acto de presencia para firmar un pase filtrado a Navarrete por el costado izquierdo. La delantera, velocísima una vez más, logró penetrar hasta el vértice del área pequeña y fabricarse un disparo que terminó despejando Davies para evitar la debacle.
Segundo periodo de imprecisiones
La vuelta del túnel de vestuarios trajo consigo el debut con la selección chilena de la guardameta Ryann Torrero, que piso el césped para sustituir a Canales en partido oficial después de haber acumulado varios minutos en algunos amistosos. La reanudación llegó con un dibujo más intenso y ofensivo por parte del cuadro visitante. Las chicas de Alen Stajcic se plantaron en el terreno de juego asumiendo mucho más riesgos en la medular, decididas a buscar el empate.
En el cincuenta y cuatro tuvo lugar la polémica del encuentro. Eggesvik vio la segunda amarilla por zancadillear a Nadayet López en una disputa por el balón dentro del área chilena. Las jugadoras filipinas protestaron la decisión arbitral al entender no sólo que no hubo falta, sino que además López cometió penalti al tocar el balón con la mano en la acción inmediatamente posterior. Ya con diez futbolistas sobre el campo y un gol en contra, el conjunto asiático se vio forzado a cambiar el sistema y perder efectivos arriba.
El duelo estuvo marcado a partir de entonces por largas posesiones en la sala de máquinas, siempre con las filipinas tratando de cuajar algún contragolpe fructífero. Hasta en dos ocasiones probaron a romper líneas y buscar el desmarque con su delantera, aunque no estuvieron acertadas a la hora de salvar el fuera de juego. La falta de definición terminó hundiendo casi todas las propuestas visitantes.
También hubo más precipitación que atino en los ataques de La Roja, empeñadas sobre todo en efectuar lanzamientos de larga distancia. Primero fue Daniela Zamora en el setenta y cuatro desde la frontal, un poco escorada, la que intentó sorprender a Davies; la pelota salió desviada por la línea de fondo. La siguiente fue para Yenny Acuña, que tras recibir un pase entre líneas de Karen Araya no supo resolver el mano a mano frente a la portera filipina.
Al filo del pitido final, las de Alen Stajcic gozaron de una nueva oportunidad para sellar el empate. Un mal despeje de Torrero en la media luna golpeó en Camila Sáez y el rechace cayó en las botas de Isabella Flanigan, cuyo lanzamiento estuvo cerca de colarse entre los tres palos. El 1-0 del electrónico sirvió para mantener vivas las opciones de la selección chilena de cara al mundial de 2023, cuyo repechaje se jugará en el mes de febrero.
(Imagen: Selección chilena)
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