
Mauricio Larriera admitió su decepción y preocupación por la paupérrima presentación de sus pupilos.
Una noche para el olvido fue la que tuvo Everton tras ser goleado por 6 a 0 ante la Universidad Católica, en un partido disputado en el estadio Bicentenario de La Florida.
El conjunto "oro y cielo" no fue rival para los "cruzados", cuadro que trepó a lo más alto de la tabla debido a la victoria.
El técnico auriazul Mauricio Larriera admitió su decepción y preocupación por la paupérrima presentación de sus pupilos, que sumaron su quinta caída en el certamen y se estancaron en la antepenúltima ubicación a solo un punto de la zona de descenso.
Tras el cotejo, el uruguayo reconoció que "fue una derrota bochornosa, dolorosa, no recuerdo haber tenido una derrota de este tipo en todo mi camino como DT. Es bravo hablarle a la gente, sí pedirle disculpa, yo como entrenador responsable, siento muchísima vergüenza".
En la misma línea, el estratego subrayó que "a superioridad del rival fue muy notoria, estuvimos en ciertos momentos bien, no arrancamos mal, pero después hubo una superioridad en todo sentido, pedir disculpas al hincha, a toda la ciudad, a todo Viña, porque como conductor me da vergüenza".
"Esta derrota es demasiado dura, es un mazazo para todo lo que venimos trabajando y haciendo, simplemente pedirles perdón a la gente, me responsabilizo por lo que pasó y no tengo mucho más que decir", complementó el adiestrador del conjunto viñamarino.
Por último, Larriera planteó que "hay que mejorar todo, porque hoy fue todo un desastre. Recibimos goles de todo tipo, lo que sí me sorprende bastante es que hayamos tenido un rendimiento tan bajo, me llama la atención la poca reacción que tuvo el equipo".
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