
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires determinó el cierre del Libertadores de América-Ricardo Bochini luego de los graves desmanes ocurridos en el partido frente a Universidad de Chile, lo que agrava la crisis institucional del club de Avellaneda.
El Estadio Libertadores de América, casa del club argentino Independiente, ha sido suspendido y no podrá ser utilizado para su próximo partido contra Platense.
La medida fue ordenada por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, como una de las consecuencias directas de los violentos incidentes ocurridos entre hinchas de Independiente y de la Universidad de Chile por la Copa Sudamericana.
Según confirmaron las autoridades, el fiscal a cargo del caso solicitó la clausura del recinto para permitir la realización de peritajes en la tribuna donde ocurrieron los desmanes, la cual, según se reporta, quedó con "manchas de sangre". La notificación oficial al club se espera que llegue en las próximas horas.
El ministro de Seguridad provincial, Javier Alonso apuntó a una serie de fallas que permitieron el "bochorno" de la semana pasada. Señaló que hay 20 causas judiciales abiertas y criticó la ausencia de la empresa de seguridad que debía estar a cargo del evento.
Además, la autoridad trasandina confirmó que el coordinador de la Conmebol fue advertido en tres ocasiones de que el partido debía ser suspendido, pero se negó a hacerlo. Esto, sumado a las "paupérrimas condiciones" en las que quedó el estadio tras la "barbarie", son parte de los elementos que las autoridades investigan para determinar responsabilidades.
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