El portero chileno fue titular, se dio el lujo de atajar un penal, pero a su equipo no le alcanzó y sufrió una dolorosa derrota como local por 2-1.
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Si Alexis Sánchez tuvo una agridulce jornada al ser expulsado en la eliminación del Inter de Milán de la Champions League, este miércoles fue el turno para Claudio Bravo.
Es que el portero chileno fue titular, se dio el lujo de atajar un penal, pero a su Betis no le alcanzó y sufrió una dolorosa derrota como local por 2-1, por la ida de los octavos de final de la Europa League, resultado que dejó complicado en el certamen al cuadro que dirige Manuel Pellegrini.
El elenco alemán golpeó primero al abrir la cuenta a las 14', cuando Filip Kostic le pegó desde fuera del área y desde un costado para que el balón se colara por encima del golero criollo.
El dueño de casa igualó las acciones a los 29', cuando Sergio Canales le dio un paso a Nabil Fekir, quien encaró, eludió a un rival y definió de manera magistral al segundo palo.
Sin embargo, los germanos volvieron a adelantarse en el marcador a los 32', después de un tremendo error en la salida de Édgar González y que Daichi Kamada aprovechó para anotar solo.
En el complememnto, la visita tuvo la chance de aumentar cuando a los 50' se sancionó un penal por una mnao de Aitor Ruibal, pero Bravo estuvo sensacional para detener el tiro de Rafael Santos Borré.
Después el chileno se lució con tres tapadas y salvó a su equipo de una derrota más abultada que podría haber casi sentenciado la llave.
Por eso, todavía existe algo de ilusión en el Betis de revertir la serie en la revancha del próximo jueves en Alemania, donde el conjunto verdiblanco debe ganar por dos goles de diferencia para avanzar directo o por uno para forzar un alargue.
(Imagen: @PrensaFutbol)
