Con 67 puntos, nuestro país aparece en el puesto número 27 a nivel mundial y en la región solo está detrás de Uruguay.
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El Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de 2021, realizado por Transparencia Internacional (TI), mostró que Chile se mantiene como el segundo país menos corrupto en América Latina.
Con 67 puntos, nuestro país aparece en el puesto número 27 a nivel mundial y en la región solo está detrás de Uruguay, que tiene 73 unidades de un máximo de 100. Por el contrario, las naciones peor evaluadas en la zona latinoamericana son Venezuela (14), Nicaragua (20) y Honduras (23).
Al respecto se pronunció la presidenta del Consejo de Transparencia (CPLT), Gloria de la Fuente, quien advirtió que el resultado habla de un estancamiento y que ha dependido del desempeño de otros países "Sería una irresponsabilidad conformarnos con estos resultados", acusó.
Según De la Fuente, el reporte “habla de pocos cambios y de un estancamiento desde hace varios años, dado que los resultados han dependido más bien de cuán bien o mal lo han hecho otros países. En nuestro país hemos visto situaciones preocupantes en el último tiempo, no podemos perder la capacidad de asombro ni resignarnos frente a la corrupción, debemos reaccionar de manera firme, estableciendo mayores sanciones ante estos ilícitos".
Para mejorar la percepción, la titular del CPLT apuntó a la acción coordinada de entidades que trabajan en la lucha contra la corrupción desde sus respectivas competencias, que junto a las normativas configuran “un ecosistema de transparencia e integridad en lo público”.
La directiva enumeró “a la Contraloría General de la República, a la Unidad de Análisis Financiero, al Consejo de Defensa del Estado, al propio Consejo para la Transparencia que desde sus atribuciones y responsabilidades están aportando a este ecosistema, con acciones y normas que deben irse adecuando a los cambios que tienen fenómenos como la corrupción” .
Además, apuntó a “la permanente sofisticación que vemos, en el mundo en general, de situaciones de corrupción, por lo que es importante ir mejorando las regulaciones”.
También remarcó que "no se trata sólo de la Ley de Transparencia, la Ley de Probidad o la persecución de un delito lo que posibilita fortalecer este ecosistema e ir en la línea preventiva o disuasiva, también perseguimos sanciones adecuadas. Si avanzamos de esa manera vamos a generar mejores reglas del juego y vamos a enfrentar la sensación de impunidad que está en la percepción de muchas personas”.
De esta forma, enfatizó que “sería una irresponsabilidad conformarnos con estos resultados. Porque no debemos dejar de sorprendernos ante la corrupción, en particular en un nuevo ciclo político en el que sabemos que la transparencia para restablecer y crear confianza es una de las tareas más relevantes que tendrá la nueva administración”.
“La oportunidad que se abre con la Convención Constitucional y con las medidas que pueda implementar el nuevo gobierno en materia de transparencia son parte central del cómo continuaremos trabajando para superar la crisis de confianza y para construir una mirada de las instituciones basada en el aporte que hacen a la construcción de bien público”, concluyó.
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