La investigación estableció que las personas que limitan su alimentación a menos de 8 horas tienen un 91 % más probabilidades de morir de enfermedad cardiovascular en comparación con las que comen entre 12 y 16 horas al día.
El ayuno intermitente es uno de los métodos de moda para perder peso o mantenerlo, y consiste en limitar el periodo de alimentación de una persona a unas horas determinadas, normalmente ocho horas durante un periodo de 24 horas, consumiendo únicamente líquidos claros durante las 16 horas restantes.
Otros métodos incluyen dos o tres días de ayuno durante una semana o un mes.
Pero un estudio reveló que las personas que limitan su alimentación a menos de 8 horas tienen un 91 % más probabilidades de morir de enfermedad cardiovascular en comparación con las que comen entre 12 y 16 horas al día.
Victor Wenze Zhong, autor principal del estudio y jefe de epidemiología de la Escuela de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, China, advirtió que "restringir el tiempo diario de comida a un periodo corto, como 8 horas al día, se ha popularizado en los últimos años como una forma de perder peso y mejorar la salud del corazón" pero lo cierto es que "no se conocen los efectos a largo plazo", según consigna Deutsche Welle.
Se analizaron los datos de 20.000 personas que respondieron a preguntas sobre sus hábitos alimentarios durante las 24 horas del día en dos días durante el primer año de inscripción en un análisis a largo plazo de la salud de los adultos estadounidenses, y luego examinó los registros de defunción en los años posteriores.
Entre las personas con enfermedades cardiovasculares, una duración de la alimentación inferior a 10 horas al día se asoció con un 66 % más de riesgo de muerte por enfermedad cardíaca o ictus.
Por el contrario, la restricción horaria no redujo el riesgo global de muerte por ninguna causa, mientras que la alimentación superior a 16 horas diarias se asoció a un menor riesgo de mortalidad en las personas con cáncer.
"Nos sorprendió descubrir que las personas que seguían un horario de comidas restringido a 8 horas tenían más probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares", afirmó el profesor".
"Aunque este tipo de dieta ha sido popular debido a sus posibles beneficios a corto plazo, nuestra investigación muestra claramente que, en comparación con un horario de comidas típico de 12-16 horas al día, una menor duración de las comidas no se asoció con vivir más tiempo", agregó.
(Imagen: Adobe Stock)
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