En Brasil, las empresas contaminantes que impactan en el medio ambiente deben inyectar fuertes sumas de dinero para el mejoramiento de la ciudad, como por ejemplo en el espectáculo de año nuevo.
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Una gran discusión ha levantado la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, luego de afirmar que el del 2022 fue el último show de fuegos artificiales para recibir el año nuevo frente al mar, una tradición de largos años en la zona.
Y es que de hecho, la jefa comunal frenteamplista invitó a sumarse a esta decisión a sus pares de Valparaíso y Concón, Jorge Sharp y Freddy Ramírez, respectivamente, quienes se abrieron a analizar este hecho junto a los vecinos de sus ciudades.
Los motivos expuestos por Ripamonti tienen que ver con las externalidades negativas que el espectáculo pirotécnico genera al medio ambiente, a algunas personas, principalmente con Trastorno del Espectro Autista (TEA), y también en animales, algunos de los cuales sufren traumas producto de los estruendos.
"Este show termina siendo una noche de pesadilla más que un año nuevo para algunos. Hemos recibido relatos de familias que tienen que sedar a sus hijos cuando hay condición del espectro autista. Eso tiene que llamarnos a sentir solidaridad, que nos llame como comunidad a tener mejores valores, a pensar en el otro, y que esa misericordia la tengamos los 365 días del año. ¿Y cómo, estimo yo? Con un evento de vanguardia que sorprenda a todos", indicó la autoridad el 1 de enero.
Al respecto se refirió Jorge Cayuman, gerente de Pirotecnia SpA, empresa a cargo del evento «Año Nuevo en el Mar», quien dijo a El Mercurio de Valparaíso que "no es el espectáculo, sino la cuetería ilegal lo que le hace daño a la ciudad. Si se cancelan los fuegos artificiales, habrá más venta clandestina de estos productos".
Respecto al futuro del evento, propuso realizar un show como el de Rio de Janeiro, aunque advirtió que esto implicará una fuerte inversión por parte del Municipio: "No es lo mismo disparar en tierra que en una barcaza de 60 metros cuadrados ubicada a 400 metros", como pasa en esta ciudad brasileña, donde la empresa Petrobras asume gran parte del costo que genera mejorar el show año a año.
Y es que en Brasil, un 50% del show pirotécnico se financia por el Municipio, además de ayuda gubernamental y de empresas. "Todas las empresas que provocan un impacto ambiental grave, por ejemplo en el Amazonas, deben realizar una inversión extra que vaya en beneficio de la ciudadanía", planteó Cauyman.
De igual forma, el empresario sostuvo que "Canadá tiene los estándares de certificación más elevados y, en ese lugar, nos declararon como la empresa pirotécnica más verde del planeta", agregando que "hoy vivimos, entre comillas, en un paraíso de los fuegos artificiales, especialmente por los espectáculos de fin de año, que evitan el consumo ilegal de cuetería".
Junto a afirmar que se necesitan cambios y modernizaciones, el gerente de Pirotecnia SpA pidió que estos se realicen de manera gradual, asegurando que el show de fuegos artificiales le trae muchos réditos económicos al comercio y al turismo de la Ciudad Jardín. "Es cosa de mirar cómo quedó el turismo en la zona después del 1 de enero", indicó Cayuman.
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