24 años de vida tiene el comedor «Puente Cancha», el que da alimentación de lunes a sábado a personas que viven en el estero Marga Marga y alrededores. Por ello, la agrupación «Puentes de Amor» le dio una mano organizando un operativo de limpieza en el sector.
"Donde no llega el Municipio ni el Gobierno, llegan las agrupaciones de la sociedad civil". Bajo esta premisa, Marcelo Catril explica la labor que desarrollan en «Puentes de Amor», una organización comunitaria funcional que le dio una mano al comedor Puente Cancha, emplazado en el lecho del estero Marga Marga de Viña del Mar.
Este comedor solidario tiene 24 años de vida dando comida de lunes a sábado a personas que viven en el estero o en otros sectores de la vía pública de la Ciudad Jardín, motivo por el cual decidieron ayudarla con un plan de limpieza, desmalezado y pintura, con el objetivo de que continuaran efectuando su bella labor.
Es así como la agrupación que lidera Johanna González en Achupallas, llamada «Puentes de Amor», organizó una jornada solidaria para ir en ayuda del comedor Puente Cancha, que lo lidera Gladys Videla, consistente en un operativo de limpieza, tal como lo explicó a Puranoticia.cl el ex sacerdote Marcelo Catril, comunicador de esta agrupación social.
"Como no tienen todas las condiciones para poder funcionar de la mejor manera, estaban llenos de basura a su alrededor y mucha maleza, así que había que pintar porque desde la pandemia no se ocupa el contenedor, sino que comen a un lado", señaló Catril, quien fue por 22 años sacerdote, sumado a los 10 en el seminario.
Así es como se logró pintar el espacio, gracias a la solidaria ayuda de alumnos de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y jóvenes voluntarios de la Escuela Naval Arturo Prat; además de la colaboración de la empresa Cosemar, que facilitó bateas y otros materiales para la jornada solidaria.
El vocero de «Puentes de Amor» también detalló una desconocida realidad de la Ciudad Jardín, indicando que "entre el puente Cancha y el puente Los Castaños viven unas 60 personas, que a simple vista no se ven, pero están en unos rucos bajo los puentes y entre los árboles. Es una realidad muy oculta en Viña del Mar, donde hay una fea realidad y donde nuestra amiga Gladys Videla ha estado trabajando ahí".
Cabe hacer presente que la organización con sede en el paradero 3 y 1/2 de Achupallas nació el año 2017 como un voluntariado de calle, sin embargo con la pandemia crearon un comedor solidario que ayuda a 120 personas del sector. Desde esta plataforma ya están trabajando en otras actividades a desarrollar, como los eventos para Navidad y otras acciones en el campamento Manuel Bustos.
"Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de los niños y los adultos mayores abandonados. Vamos a tener actividades en la Villa Rukán, donde hay un campamento de mucha gente extranjera; queremos hacer una cancha deportiva y plazas en un sector nuevo del campamento Manuel Bustos; entonces queremos nuevas manos", indicó Marcelo Catril a Puranoticia.cl.
Respecto a su "cambio de vida", quien fuera sacerdote hasta el año pasado señaló que "ha sido maravilloso porque he continuado en el mismo lugar de donde salí, en Achupallas, en un terreno que me ha ayudado a privilegiar la ayuda solidaria, así que hemos continuado con ese proceso".
Finalmente expuso que "la vida sacerdotal fue hermosa, estuve 22 años de sacerdote y 10 años en el seminario, pero por razones personales, de cansancio y diferencias con la jerarquía, tomé esta decisión. Fue acertada porque mi vocación de servicio no ha cambiado, sino que se ha fortalecido. Sigo ferviente en la fe, voy a misa todos los domingo, así que muy bendecido por Dios que también me dio una pareja".
PURANOTICIA