Con un 85% de avance, a fines de este año se espera abrir el nuevo museo llamado «Destino Valparaíso», ubicado en el cerro Concepción. El empresario busca crear una experiencia inmersiva para recordar a los antepasados que construyeron parte de la ciudad.
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Una novedosa iniciativa que acerca a Valparaíso a lo que han hecho otras grandes ciudades del mundo con parte de su historia, verá la luz a fines de este año en el cerro Concepción. Se trata de «Destino Valparaíso», centro cultural que con un 85% de avance se está terminando de crear en el ex colegio Alemán de la Ciudad Puerto mediante su recuperación y rehabilitación, luego que éste dejara de funcionar en esa sede en 1988 debido al terremoto de 1985.
El futuro centro cultural, vinculado a la familia Dib, histórica gestora de la empresa local Dib Carpet & Home, dedicada a la venta de alfombras y productos para el hogar, dispondrá de alrededor de 5.000 metros cuadrados construidos, de los cuales 1.800 metros serán ocupados de forma permanente para la exposición de la historia de los inmigrantes en la que se contarán los inicios, el viaje, la llegada y cómo se insertaron en Valparaíso en un Museo del Inmigrante, además de otros atractivos culturales e históricos de la comuna.
En 1857 se fundó la Sociedad Deutsche Gemeinde (Comunidad Alemana) y se invitó a todos los alemanes residentes en Valparaíso ingresar a esta Sociedad, solicitando su participación activa y apoyo financiero. Su motivo principal es fundar y mantener una iglesia, un colegio y un hospital alemán, por lo que al año siguiente inauguraron el colegio Alemán de Valparaíso con 23 alumnos inscritos. Primero funcionó en la Plaza Victoria, esquina calle Chacabuco, luego en Pedro Montt, para después trasladarse al cerro Concepción hasta que el terremoto de 1985 lo dañó seriamente, por lo que el proyecto educacional se trasladó a El Salto, en Viña del Mar. Las anteriores instalaciones del cerro Concepción fueron ocupadas por distintas instituciones, pero su mantenimiento no fue el adecuado, por lo que en 2015 el Consejo de Monumentos Nacionales declaró al inmueble como monumento histórico por solicitud de la Corporación Colegio Alemán de Valparaíso.
Eduardo Dib, director de «Destino Valparaíso», cuenta que la creación de un espacio para contar la historia de los inmigrantes en la ciudad la venía pensando desde ese entonces, de hecho, al año siguiente adquirieron el lugar. “Soy descendiente de una primera generación de una familia de sirios y libaneses. Mi familia llegó acá a principios de 1900 y hemos hecho toda una vida en Valparaíso logrando mucho más de lo ciertamente esperaban mis antepasados. Por ello sentimos como familia que teníamos que encontrar una forma de devolver no sólo con nuestros negocios, sino que también dejando un legado tangible, material y que dure para siempre, pensando en toda nuestra comunidad porteña y en las futuras generaciones”, dijo.
Incluso, recuerda que cuando se puso en venta el ex colegio Alemán, pensó que “un lugar tan icónico para Valparaíso no podía terminar deteriorado o desapareciendo porque es un lugar precioso, una joya de arte barroco porteño de más de 150 años. Es entonces que surgió la idea en nuestra familia de reconocer, de rendir un homenaje a nuestros ancestros a quienes formaron el Valparaíso Patrimonio de la Humanidad que conocemos hasta hoy, y por supuesto para estar a la altura de lo que hicieron nuestros inmigrantes que desarrollaron la época dorada de entre 1850 y 1950, que es cuando termina la Segunda Guerra Mundial y llegan los últimos inmigrantes históricos que dieron vida a este Valparaíso de antaño que buscamos traer a nuestros días con las herramientas del presente y del futuro”.
Motivados por recuperar y rehabilitar el edificio del ex colegio Alemán de Valparaíso han estado trabajando desde 2022 “para convertirlo en un centro cultural que destaque la historia de los inmigrantes que ayudaron a construir la ciudad, ambicioso proyecto que no sólo preservará la infraestructura patrimonial, sino también ofrecerá una experiencia inmersiva única en el país que educará y emocionará a todos sus visitantes”.
La restauración del inmueble se inició con el reforzamiento del muro ubicado en calle Almirante Montt, para luego continuar en mayo del 2023 con la construcción de la obra gruesa y que ha incluido la intervención de diversos sectores que tendrán nuevos usos, como las salas para futuras exposiciones temporales, espacios para la oferta gastronómica y tiendas de oficios relacionadas a las distintas nacionalidades que llegaron a la ciudad puerto a fines del siglo XIX.
En paralelo, se ha avanzado en la instalación museográfica y los trabajos en uno de los principales espacios del edificio como es el teatro o gran salón que se utilizará como salón de eventos y de actividades culturales, además de ser parte central del recorrido del Museo del Inmigrante, además de la restauración de los recintos más antiguos para adaptarlos a los nuevos requerimientos, con el desafío que a fines de este año todo esté funcionando y el espacio pueda abrir sus puertas a los visitantes.
La iniciativa se trata de una experiencia inmersiva que se iniciará en cuanto se ingrese a la gran plaza abierta de 800 metros cuadrados del recinto, el patio del ex colegio, un lugar de encuentro único en el cerro Concepción, recorrido que se irá entrelazando con el edificio patrimonial porque la muestra más importante son las dependencias por sí mismas. Ésta es complementada con las salas para futuras exposiciones temporales y la oferta gastronómica, tiendas y ferias de oficio relacionadas a las distintas nacionalidades que llegaron a la ciudad puerto, haciendo que los visitantes experimenten con todos sus sentidos la historia de fines del siglo XIX.
Entre los espacios emblemáticos del proyecto, se encuentra el Museo del Inmigrante, que tiene como horizonte encontrar las raíces y culturas de los inmigrantes que llegaron en la época de oro de Valparaíso. “La propuesta museográfica se ha formulado con una vasta investigación sobre cómo eran las tiendas, los cafés, el glamour de esa época y de las historias que la gente de la ciudad, lo que permitirá que el recorrido por el museo sea una experiencia inmersiva audiovisual pero sobre todo auditiva, única en el país, con relatos en primera persona como, por ejemplo, de un inmigrante contando lo que sintió cuando cruzó el Cabo de Hornos o cuando llegó al puerto de Valparaíso”, explican desde la organización del proyecto.
Se busca potenciar el arte y la música al ser también un espacio cultural. El Deutsche Haus – la tradicional Casa Alemana de 1890 conformada por el gimnasio y el teatro – tendrá un uso intensivo y diario para todo tipo de eventos artísticos, culturales y/o sociales, lugar que marcará respectivamente también el inicio y el final del recorrido del Museo del Inmigrante, mientras que el gimnasio albergará la tienda del museo.
El trayecto también incluirá el antiguo pensionado y la sala de bolos del ex colegio Alemán, cuyo sistema era operado manualmente y cuenta con la implementación original, bolos, palitroques y pisos de madera, mientras que el teatro tiene un piso de fina madera con cuidadas molduras, grandes ventanales, lámparas de antaño y los escudos originales que representan a distintas regiones de Alemania pintados en altura.
También habrá tiendas donde los visitantes podrán comprar objetos relacionados con la inmigración y con productos de Valparaíso y sus alrededores, recuerdos únicos de los tradicionales oficios de los migrantes que se han transmitido de generación tras generación, y una propuesta culinaria basada en las comidas típicas de los inmigrantes: Sentir sensaciones como el chocolate que se está derritiendo, el café árabe que se está tostando, la cerveza alemana fermentando, degustar la pastelería francesa y apreciar la artesanía de la pasta italiana es lo que busca transmitir la familia Dib en este lugar, experiencia gastronómica que se ubicará junto al patio central, contiguo al corredor con arcos, espacio que también permitirá acceder a un mirador con vista panorámica de Valparaíso.
De hecho, de acuerdo a los gestores del proyecto, ya tienen definido la instalación de un restorán italiano, un pub inglés, una cervecería alemana, un bistró y una pastelería europea, y sus operadores ya comenzaron a definir otros históricos de Valparaíso, como la pastelería Stefani, cuyo origen es de inmigrantes polacos.
La iniciativa de los Dib hace recordar museos como el que se encuentra en Ellis Island, Nueva York, que permite conocer múltiples detalles del recorrido que hicieron los primeros migrantes al llegar a Estados Unidos. ¿Qué inspiró este modelo de centro cultural en Valparaíso? Dib reconoce que “son innumerables los lugares que han inspirado Destino Valparaíso, ya que otras experiencias similares alrededor del mundo, como Nueva York, Barcelona o Buenos Aires, justamente buscan relevar la historia de quienes dejaron todo atrás para hacer una nueva vida en otro rincón del mundo, lo que considero es una de las decisiones más impactantes que puede tomar un ser humano”.
“Por ello -prosiguió- es imprescindible hacer resurgir joyas históricas en bruto como Valparaíso que hoy más que nunca está listo para despertar, que es lo que nos ha hecho volver a creer e invertir en Valparaíso, ya que estoy convencido que es una ciudad que tiene todo para surgir. Además que un pueblo sin su historia, ciertamente no tiene futuro”.
Actualmente, este centro cultural lleva un avance del 85% de las obras, y el equipo de «Destino Valparaíso» tiene como objetivo abrir las puertas del nuevo espacio “a fines de este año”, aseguró Dib. “Las familias, comunidades educativas y cada persona que visite Destino Valparaíso comenzarán con un recorrido guiado, con apoyo de tecnologías audiovisuales, para experimentar la vida del Valparaíso decimonónico. Podrán recorrer distintos espacios originales del edificio patrimonial, como el teatro y la sala de bolos y admirar las vistas hacia el cerro. Y también tendrán una vista hacia la bahía, mientras disfrutan de nuestra cervecería artesanal y de nuestros restaurantes, cafés, pastelerías, que los envolverán con sus sabores y olores de antaño”.
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