Candidato de la Unión Demócrata Independiente por el Distrito 7 conversó con Puranoticia.cl acerca de este proceso que lo tiene por segunda vez consecutiva compitiendo por el puesto.
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Días frenéticos son los que esperan a Jorge Castro Muñoz en su camino por conseguir un cupo en la Cámara de Diputados en la elección parlamentaria del 21 de noviembre por el Distrito 7, que agrupa a comunas de la zona costera de la región de Valparaíso.
Y es que el reconocido ex Alcalde de Valparaíso, militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), afirma que el éxito sólo se va a conseguir "dejando los pies en la calle", vale decir recorriendo todas las ciudades y conversando con los vecinos, empapándose de sus más íntimos problemas.
Pero este camino que comenzó desde el momento en que su nombre fue inscrito y ratificado por el Servicio Electoral (Servel) comenzó tormentoso, con muchas complicaciones, pues al olvido en el que fue dejado el popularmente conocido como "Negro" Castro, tras perder en la elección parlamentaria del 2017, sumó una dura controversia con el presidente regional de la UDI, el diputado Osvaldo Urrutia, quien justamente se quedó con la victoria en aquel proceso.
Y aunque ahora el ex jefe comunal porteño confiesa que ya limaron asperezas y que trabajan unidos para conseguir el éxito del partido, lo cierto es que Castro no olvida lo ocurrido aquel 2017, recordando el descuadre de más de 500 mesas, la que –como ya hemos dicho– le valieron el triunfo a Urrutia.
Hoy, con el parlamentario en la testera regional del partido, el "Negro" nuevamente apunta a él, advirtiéndole que si no la UDI no consigue al menos los dos cupos que hoy ostentan en el Distrito 7, se debe considerar el proceso como un fracaso.
Estas son sus palabras...
Jorge, recordemos que fue un tanto tormentoso su camino para ser candidato de la UDI a la Cámara de Diputados. Ahora que ya es oficialmente carta del partido, ¿cómo ve este proceso? ¿Se subsanaron las controversias? ¿Ha podido conversar con el diputado Osvaldo Urrutia?
- Efectivamente no estuvo exento de problemas y dificultades, de un escenario que no estaba preparado para que fuera dentro de la lista del partido. Era un escenario distinto, lo que provocó que un poco antes de la inscripción se dieran los hechos que todos conocen. A la no participación de Carlos Bannen en uno de los cupos y tampoco por lo informado del diputado Osvaldo Urrutia que decidió no ir a la reeleción, entonces ahí se abrió esa posibilidad y la verdad es que del momento de la inscripción al cierre de la misma, ha habido un ambiente de tranquilidad y cada uno trabajando en lo suyo.
¿Y usted en lo personal en qué está?
- En una campaña donde podamos difundirla, donde los vecinos de todo el distrito sepan que estoy en la lista, ratificado, así que en eso estamos por estos días y espero que siga así este camino para que podamos tener mucha ciudadanía por esta opción.
¿Pero pudo conversar con el diputado Urrutia?
- Sí, conversamos. Pero insisto en que tenemos hoy una situación del presidente regional que tiene la responsabilidad de llevar no sólo buenas listas, sino que muchas personas están convocadas por la UDI para representarla en las elecciones, así que él tiene esa responsabilidad y espero que le vaya bien, porque si le va bien quiere decir que le va bien al partido.
¿Cómo ve a la UDI en estas elecciones a nivel nacional?
- Lo que suele pasar es que si un candidato al inscribirse no es optimista, lo mejor es que se quede en la casa. Entonces, yo digo que las complicaciones son para todos igual. Ya ha visto lo que pasado con los independientes, que hace poco meses era un certificado de oro y ahora mira lo que ha pasado. Cuando no hay estructura, empezamos a mirar para el lado. Ahí viene el daño a la fe pública, entre las firmas falsas, el notario, el cáncer que no era, entre las explicaciones tibias, después más duras, y así. El momento es duro para todos, pero particularmente para nosotros como UDI porque hemos tenido desaciertos, no hemos tenido autocrítica y cuando llega uno a esta etapa, con improvisaciones. Ahora ya no somos el partido más grande de Chile. Mira lo que pasó con nuestros representantes a la Presidencia de la República. Ya no incidimos como incidíamos y ya no es hemos dejado llevar por varios desaciertos y no hemos sacado la voz por cosas que ha cometido el propio Gobierno. Como somos una coalición, llevamos la responsabilidad.
Llevo esta misma pregunta al plano regional: ¿Cree usted que su partido va a mantener los dos sillones que hoy tiene en el Parlamento por el Distrito 7?
- Si es por gusto, me encantaría que la UDI tuviera a toda su lista adentro. Hay buenos representantes, gente muy valiosa, gente con su vida en el servicio público. Yo quiero pensar, y para eso estamos trabajando, de que lo mínimo que puede hacer una directiva regional, encabezada por Osvaldo Urrutia, es decir, y espero que no se equivoque porque de repente nos mareamos mucho, de que hay dos militantes de la UDI en la lista del partido. Que tampoco se equivoque de que su responsabilidad es a lo mejor dejar los dos puestos que hoy tenemos como Unión Demócrata Independiente. Si no somos capaces de mantener la Diputación de María José Hoffmann y del propio Osvaldo Urrutia, sería un completo fracaso. Pero yo estoy por lo otros: que creo que debemos trabajar y dar todo en la calle para procurar mantener esos dos cupos y seguir desarrollando una labor con gente que represente fielmente a la ciudadanía, que la siga escuchando y que siga siendo el conducto para llegar a las cosas que le afectan.
Usted ya pasó por este proceso el año 2017. ¿Cómo recuerda aquella campaña?
- Primero, hay que dejar en la historia de que este Distrito 7 tiene la particularidad de haber tenido del propio Servel el reconocimiento de que tuvimos 574 mesas descuadradas, como hecho no sólo anecdótico, sino que no se había dado antes tal magnitud, y concentradas gran cantidad en Viña del Mar y Valparaíso. Por lo tanto, mi llegada, que fue tercera en la UDI, pero claramente muy cerca del diputado Urrutia, con 19 mil y fracción de votos, y también por el propio sistema, muchos de los diputados que hoy ejercen y que tienen menos votación individual que la que yo saqué, por tanto ahí hay una historia que no hay que dejar nunca de tenerla presente. Ahora, lo que hay hacia adelante, que es lo diferente, es que yo no tiré el mantel, tampoco me fui, tampoco usé la moda de hacer la denuncia para hacerme parecer independiente. Me quedé en la UDI y en los momentos más duros he estado al frente, porque creo que la democracia requiere y necesita partidos políticos potentes.
¿Y qué tiene de distinto este Jorge Castro con el de aquella elección parlamentaria?
- Hoy no vamos a decir que hay un nuevo Jorge Castro, porque estamos con las mismas ganas, con el mismo interés y con el mismo entusiasmo, aún cuando sé que las circunstancias que rodean esta elección están bastante complicadas, con la gente desapegada de la política y de los políticos.
Y a su vez, ¿qué tienen de distintas las ciudades que componen el Distrito 7?
- Sin dudas que hay cambios, pero no sólo han cambiado las ciudades, sino que en el país y eso es notorio. Primero la fe pública; después, todo lo que tiene que ver con las instituciones; el ciudadano está consumiendo todos los días situaciones que se contravienen con el buen actuar y el buen manejo. Entonces, cambió el panorama del país.
¿Cómo proyecta estos cambios en el Distrito 7?
- Y en el Distrito 7, la primerísima importancia que tiene es que es el gran puerto de Chile, que está en nuestra región con San Antonio, Valparaíso y Quintero - Ventana, hasta Los Andes, con su antepuerto terrestre, entonces sin dudas es la gran región portuaria de Chile. Y esto tiene que ver con una situación relacionada a la participación ciudadana, con el medioambiente y la opinión de los ciudadanos en término de grandes obras que se deben incorporar, para dar respuesta al comercio interior y exterior. Si uno ve, tenemos una serie de observaciones que tienen que ver con el Puerto a Gran Escala de San Antonio; con los puertos públicos, en términos que tenemos un T2 que ya viene desplazado, un T2 que si todo resulta bien, lo tendremos después de 12 años. Pero antes tendremos una licitación del espigón para ver cómo trabajamos los próximos cuatro años.
PURANOTICIA
