
Investigación de la PDI y la Fiscalía permitió acreditar la autoría del acusado en los delitos de abuso sexual reiterado, violación, estupro reiterado y aborto.
El Tribunal Oral Penal de Arica dictó veredicto condenatorio contra un sujeto que violó, embarazó y obligó a abortar a su sobrina de 9 años con pastillas que, para tal efecto, compró en la ciudad de Tacna. La sentencia se dará a conocer este viernes.
La Fiscalía de Arica obtuvo esta condena tras presentar una serie de pruebas en el juicio oral por hechos registrados entre los años 2018 y 2024 en dicha ciudad.
Así, la investigación dirigida por el fiscal Patricio Espinoza y trabajada junto a detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI, permitió acreditar la autoría del acusado en los delitos de abuso sexual reiterado, violación, estupro reiterado y aborto.
El primero de los hechos se registró en una época indeterminada del año 2018, mientras la víctima- de 9 años de edad a la fecha- se encontraba bajo la custodia y cuidado de su tía materna y del conviviente de ésta última, autor de los delitos.
Abusando de la relación de dependencia, el acusado mantuvo las conductas lesivas en contra de la menor de edad, y en una fecha no determinada entre los meses de junio y julio de 2024, la adolescente resultó embarazada.
En conocimiento de lo anterior, y con el objeto de causar la interrupción del embarazo, el condenado viajó a la ciudad de Tacna, Perú, donde adquirió pastillas de tipo abortivas, y una vez de regreso en la ciudad de Arica, se las entregó a la adolescente, con el objeto de que la ingiriera y causara la interrupción anticipada de su embarazo.
En el contexto descrito, el acusado, siendo una figura paterna y de autoridad respecto de la víctima, la manipuló señalándole que solo tenía dos opciones: la primera era mentirle a su tía y decirle que tenía “pololo”, y que con este había tenido relaciones sexuales; o bien, tomar las pastillas abortivas y hacer como si eso nunca hubiera pasado para que todo siguiera igual.
Conforme las indicaciones que le dio el acusado, la víctima ingirió dichas pastillas abortivas, provocando con ello la interrupción de su embarazo y la expulsión de un feto que estaba en gestación dentro de su cuerpo.
Posteriormente el condenado recogió el feto, lo envolvió en una toalla y lo guardó en un tarro hasta la mañana siguiente, oportunidad en que lo trasladó y enterró en una toma que habitaba con anterioridad.
A través de diversas diligencias investigativas, funcionarios de la Policía de Investigaciones concurrieron al sector, lugar donde hallaron al feto enterrado bajo tierra y cubierto por una toalla, permitiendo establecer que mantenía alrededor de 12 semanas de gestación a la fecha de interrupción del embarazo.
Cabe hacer presente que el trabajo de la Fiscalía también fue apoyado por profesionales especializados de la Unidad de Atención de Víctimas y Testigos.
PURANOTICIA