Legisladora del PS indicó que ahora "debemos trabajar con más fuerza en una nueva política portuaria, la que, si bien se está conversando, requerimos que tanto desde el Ejecutivo, como nosotros desde el Legislativo, impulsemos con más celeridad".
Columna de opinión de Isabel Allende Bussi, senadora por la región de Valparaíso
Hace un año atrás asistimos a un gran momento para la comuna y la región de Valparaíso: el 23 de octubre del año 2023, una serie de actores públicos y privados, encabezados por el Presidente Gabriel Boric, presentábamos a la ciudadanía un acuerdo por y para Valparaíso, cuyo objetivo principal era dar cuenta de la voluntad y disposición de trabajar mancomunadamente por el desarrollo portuario de nuestra capital regional.
A partir de la labor desarrollada por la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), los distintos firmantes de este acuerdo buscamos y nos comprometimos a impulsar una ampliación portuaria para potenciar el crecimiento económico de Valparaíso, respetando su vocación histórica, permitiendo a su vez, acceder al borde costero como ha sido el deseo de porteñas y porteños, y por cierto, que sirviera de desencadenante de nuevas actividades productivas como la hotelería, los servicios y el turismo de intereses especiales, a partir de un muelle para cruceros.
Pasado el tiempo, creemos que se ha trabajado decididamente por darle cuerpo a este acuerdo, y también en paralelo, avanzar en el proyecto que busca duplicar la capacidad de transferencia de cargas, por ejemplo, ingresando las modificaciones ambientales instruidas por la autoridad competente, y por cierto, aquellas que representan las opiniones ciudadanas de quienes se oponían a la idea original.
También se avanza en el denominado Plan Estratégico de Zona Costera con un enfoque participativo, que contempla generar una propuesta de desarrollo para los once kilómetros de costanera, que permita a los habitantes de la ciudad disfrutar de este gran espacio, que a su vez presenta importantes alternativas de emprendimiento económico, y desarrollo de actividades deportivas y culturales.
Ahora bien, debemos trabajar con más fuerza en una nueva política portuaria, la que, si bien se está conversando, requerimos que tanto desde el Ejecutivo, como nosotros desde el Legislativo, impulsemos con más celeridad. Una política pública innovadora que armonice y permita que nos pongamos a la altura de los desafíos que el mercado internacional nos está demandando, con competidores fuertes que también avanzan, y nos ponen en alerta.
Esta invitación a trabajar creemos que es muy propicia en momentos que discutimos el Presupuesto de la Nación, y quizá sea el momento, también, de iniciar un estudio y diálogo respecto de lo que hoy las empresas portuarias del Estado significan en este presupuesto general, y en paralelo,dialogar sobre las múltiples alternativas de como la actividad portuaria puede aportar más y de mejor manera a las ciudades y territorios en los que se desarrolla.
Esta discusión está abierta, es pertinente, y no debe asustar a nadie, pues las fórmulas utilizadas en la realidad comparada son variadas y hacen viable un aporte asociado al movimiento de carga, que no necesariamente debe ser un impuesto, concepto que lamentablemente suele cerrar de manera anticipada cualquier debate.
A un año del «Acuerdo por Valparaíso», los avances en una conversación que se encontraba estancada son evidentes. Hoy reiteramos nuestro compromiso y voluntad de trabajar en los elementos sustantivos que requieren de modificación legal, como los aspectos y aportes económicos de la actividad portuaria tanto para Valparaíso como para el resto del país, y también, la incorporación de representantes de los municipios y de los gobiernos regionales en las instancias de decisión de las empresas del rubro, tal como ocurre en las ciudades puerto de otros países.
Las grandes oportunidades para Valparaíso y San Antonio en nuestra región, y a través de ellos para el resto de nuestro territorio nacional son indudables, y no hay más tiempo que perder.
PURANOTICIA