El candidato subraya que la escasez de agua en la Región de Valparaíso es consecuencia de la falta de inversión en infraestructura hídrica. Propone soluciones como plantas desalinizadoras, embalses y reutilización de aguas tratadas para garantizar el desarrollo sostenible, la actividad agrícola y la preservación del recurso.
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Francesco Venezian, candidato a gobernador regional por el Partido Republicano, ha puesto énfasis en la problemática hídrica que enfrenta la Región de Valparaíso. Lejos de señalar la escasez de agua como el principal obstáculo, Venezian sostiene que el verdadero problema radica en la falta de inversión en infraestructura hídrica y gestión eficiente del recurso.
"En nuestra región no tenemos falta de agua, sino falta de inversión en materia hídrica", afirma Venezian. El candidato detalla que la región necesita proyectos que prioricen la construcción de plantas desalinizadoras, embalses de cabecera y la infiltración de napas subterráneas, además de optimizar la reutilización del agua tratada.
Un ejemplo claro es la situación de los emisarios en la región. "Tenemos cinco emisarios que no se utilizan; el agua tratada va al mar mientras que el sector agrícola sigue usando agua dulce", señaló. Esta problemática refleja la necesidad urgente de políticas públicas que prioricen la reutilización del agua, contribuyendo a la sostenibilidad de la actividad agrícola.
También destacó la importancia de mecanizar y tecnificar los sistemas de riego para optimizar el uso del agua disponible. Según él, una autoridad regional que lidere estos proyectos es crucial. "Se necesita un gobierno regional que gestione recursos del nivel central, con proyectos concretos y bien planificados".
Si bien este invierno ha sido más lluvioso, Venezian advierte que sin una gestión adecuada, esa agua se seguirá perdiendo. “Embalses como el de Chacrillas están llenos, pero hay otros, como Catemu y Tocornal, donde no han avanzado las obras necesarias, y esa agua sigue yendo al mar”.
El candidato finalizó insistiendo en que la solución a largo plazo pasa por una inversión robusta y sostenida en infraestructura hídrica, lo cual permitirá disponibilizar el recurso en cantidad suficiente para el desarrollo sostenible de la región.
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