Gracias al trabajo conjunto entre la Plataforma Patrimonial Playa Ancha y diversos departamentos de la Municipalidad de Valparaíso, la escultura –cuyo nombre real es «El Verano»– fue restaurada y reinstalada en la plaza Waddington del cerro.
Fue durante el terremoto de 1985 cuando la escultura «El Verano» o «L’ Été» (Fundición Val D’Osne, Paris, Francia, 1870) cayó de su pedestal en la plaza Waddington del cerro Playa Ancha de Valparaíso, por lo que debió ser retirada y resguardada por el Municipio.
Desde ese entonces, la estatua que la comunidad playanchina nombra amorosamente como «El Príncipe Feliz» se mantuvo guardada, lejos de las flores que niñas y niños del sector ponían a sus pies, pero nunca fue olvidada.
Esos mismos niños y niñas –que ahora son adultos– comenzaron la búsqueda de la escultura que, gracias al trabajo conjunto entre la comunidad y diversos departamentos de la Municipalidad, fue restaurada y reinstalada en plaza Waddington.
Gride Ballesteros, vecina y presidenta de la Plataforma Patrimonial Playa Ancha, recuerda que "cuando nosotros éramos niños, el lugar de encuentro era y sigue siendo la plaza Waddington, en la cual estaba este monumento al cual nosotros le habíamos puesto cariñosamente «El Príncipe Feliz». En muchas ocasiones, para el Día de la Primavera, sobre todo, esta plaza estaba llena de canteritos con flores, y nosotros íbamos a sacar las flores de ahí y se las poníamos al Príncipe como recuerdo por el Día de la Primavera. Después de tomar tecito o la once, nos veníamos todos a jugar a la plaza y ahí también era un lugar para sacarnos la foto junto al Príncipe”.
Fue así que el proyecto de recuperación de «El Verano» comenzó con la recolección de firmas por parte de la comunidad para que la escultura volviera a la plaza.
Paralelamente, un grupo de vecinos comenzó la búsqueda para dar con su paradero. Uno de ellos es el profesor normalista e investigador de Playa Ancha, Héctor Vásquez, quien relata que una vez que se logró ubicar la escultura en el Parque Quintil, comenzó la gestión con el equipo de Planificación Participativa de la Secpla, que tuvo un rol coordinador entre las comunidades y los equipos técnicos municipales, viabilizando presupuestariamente la iniciativa.
Luego, «El Príncipe Feliz» quedó en manos del Departamento de Gestión Patrimonial, dependiente de la Dirección de Desarrollo Económico, quienes, junto a un equipo de escultores, restauradores y arquitectos, encabezados por la estudiante de la Escuela de Oficios Patrimoniales, Lina Vásquez, estuvieron a cargo de su reparación.
María Paz Lisperguer, restauradora del DGP, destacó que “se plantea la idea de hacer un refuerzo y una estructura central para que no vuelva a pasar todo este todo lo que había ocurrido (la caída). A partir de eso, se hace una investigación fotográfica y encontramos diferentes piezas que en estos momentos se replican y se vuelven a instalar pensando en la escultura original. A diferencia del original, ahora trabajamos con resina y cementos para reconstruir los faltantes y así poder tener una diferencia de materialidad y darnos cuenta de qué es lo antiguo y qué lo moderno”.
La larga travesía del «Príncipe Feliz» tuvo su fin, en una emotiva ceremonia de inauguración en plaza Waddington. En la instancia, la alcaldesa de Valparaíso, Alicia Zúñiga, recalcó que "ha sido un momento muy significativo para la comunidad de Playa Ancha en general, porque son largos años de lucha, de golpear puertas, de insistir, de gestionar, para efectivamente recuperar esta estatua que es icónica y que representa la identidad de este sector la plaza Waddington. Y que felizmente hoy se concretó con esta entrega a la comunidad de esta estatua «El Verano», que para ellos también tiene incluso otro nombre «El Príncipe Feliz»".
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