
La Directora ejecutiva de la Corporación Municipal Sitio Pàtrimonio Mundial, explicó que "nuestro rol es impulsar acciones concretas que permitan su conservación efectiva".
Los trolebuses de Valparaíso, lejos de ser parte del pasado, continúan siendo un símbolo vivo del patrimonio porteño y un elemento fundamental dentro del Sitio Patrimonio Mundial.
Junto a los ascensores, forman parte del atributo de Transporte Tradicional, uno de los seis atributos que resguardan el Valor Universal Excepcional (VUE) que hacen que el sitio sea único en el mundo.
Frente a los desafíos que enfrenta su conservación, el objetivo no es "jubilar" a los trolebuses, sino generar mecanismos para su reintegración y resignificación dentro de una ciudad que ve el patrimonio como motor de desarrollo.
Macarena Carroza, directora ejecutiva de la Corporación Municipal Sitio Pàtrimonio Mundial de Valparaíso, comentó que "existe un compromiso de Estado respecto a la protección de estos atributos patrimoniales, y nuestro rol es impulsar acciones concretas que permitan su conservación efectiva".
Uno de los principales retos para su preservación es que, al igual que el 87% del suelo del Sitio Patrimonio Mundial, los trolebuses son de propiedad privada.
Esto requiere una estrategia de gestión colaborativa con sus propietarios y otros actores clave. En este sentido, la Corporación está avanzando en la definición de acciones concretas que garanticen su resguardo y viabilidad.
Y es que no solo se debe conservar su legado histórico, sino también garantizar su funcionalidad en la vida cotidiana de la ciudad.
"No nos referimos solamente al pasado, los trolebuses existen en el presente. Hoy, quienes residen y quienes nos visitan valoran estos sistemas de transporte tradicionales, los quieren en su vida y son parte de su identidad", concluyó Carroza.
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