En otras palabras: si hacer el amor te parece crucial, ¡lo seguirás haciendo sin importar la edad que tengas!
Cuando somos jovencitas y recién lo estamos descubriendo, el sexo podría estar al frente de nuestros pensamientos. Pero, con el paso de los años, podría volverse menos importante ¡y hasta quedar a un lado en nuestras vidas! Entérate por qué ocurriría esto, y si es tan común como muchos piensan.
Depende de tus prioridades
Una investigación publicada en la revista científica JAMA Internal Medicine ha revelado que las mujeres de entre 40 y 65 años que consideran que el sexo es muy importante, serían más propensas a mantenerse activas en este área a medida que envejecen.
En otras palabras: si hacer el amor te parece crucial, ¡lo seguirás haciendo sin importar la edad que tengas! Pero, como advierte la doctora Jan Leslie Shifren, profesora de obstetricia, ginecología y biología reproductiva en la Escuela de Medicina de Harvard en el sitio web de publicaciones de salud de su universidad, este estudio no aclaró cuántas veces tenían sexo estas mujeres, ni si les resultaba más o menos satisfactorio que al grupo que no ponía tanta importancia en las relaciones.
Eso sí: parecería que se saben todas las estrategias para que les dé ganas de tener sexo.
¿Por qué decrece nuestro entusiasmo por "hacerlo"?
Dicho sitio explica que hay muchas razones por las cuales nuestro deseo sexual podría aminorar a medida que nos hacemos mayores.
Una muy importante sería la menopausia: cuando los ovarios dejan de producir estrógeno, el revestimiento vaginal se hace más delgado y hay menos elasticidad y tono muscular en esa zona. Además, la lubricación disminuye y también podríamos necesitar más tiempo para sentirnos excitadas.
En conjunto, estas cosas podrían resultar en que tengamos la libido baja (poco interés en tener sexo) o que experimentemos dificultades de lubricación, dolor durante la penetración y problemas para llegar al clímax.
Las influencias socioculturales también podrían ser determinantes, explica WebMD. ¿Cuáles son? Pues, el estrés laboral, la presión externa y las representaciones negativas de la sexualidad en los medios de comunicación.
Además, los problemas en las relaciones interpersonales, así como algunas afecciones de la salud (como por ejemplo la depresión y la endometriosis) también podrían afectar el deseo sexual, entre otras razones.
¿Qué hacer para volver a encenderte?
El tratamiento dependería de las razones por las cuales te sientas por pocas ganas. Posiblemente también necesite abordarse desde varios ángulos, ya que por lo general, en el caso de las mujeres hay más de una causa detrás de la pérdida del deseo, como explicó Shifren a WebMD.
Por eso, no dejes de acercarte a un profesional de la salud si esto te ocurriese. Y si no, ¡aprovecha y disfruta!
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