Luego de años en pareja, la pasión y el encanto suelen volverse parte de la rutina diaria. No es cuestión de resignarse a ello, y siempre está candente la posibilidad de encender la llama del deseo y amor.
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1 Envía un mensaje no tan sutil
Enviar mensajes de texto subido de tono, o "sexting" es el nuevo juego previo de este siglo. Discreto, travieso y para nada sutil, es una de las tantas maneras en las que puedes darle erotismo a tu relación.
Un poco de sexting durante el día, a cualquier hora, le dará un condimento muy especial a la hora de encontrarse en casa.
2 Sube la temperatura
En esta ocasión, hablamos de subir la temperatura literalmente. Mantener el ambiente de la habitación un poco más alto que el resto de la casa, ayuda a relajar los músculos, con un ánimo menos tenso y más sexual.
3 ¡No a las pantuflas! Sí ropa sexy
Algún día, cuando vuelvas del trabajo, en vez de calzarte las pantuflas y el pantalón de entrecasa, elige un estilo más sofisticado y, por lo tanto, menos cómodo.
Una sencilla transformación, usar un camisón con encaje o una bata de seda, te hará sentir sexy y mucho más femenina. Es una apuesta segura a darle un toque de erotismo a tu hombre y tu relación.
4 Tengan citas
Cuesta mucho, luego de una jornada agotadora de trabajo, tener ganas de tener una cita con tu pareja. Siempre es más fácil posponerlo, pero también es importante hacer el esfuerzo para disfrutar de un momento de calidad con la pareja, sólo los dos.
Puede ser una cita formal al mes, o algo más espontáneo, como una sesión de mimos. Lo importante el conseguir una conexión física y emocional más fuerte.
5 Aprende una nueva habilidad que puedan compartir
La adquisición de una nueva habilidad, como baile, masajes o incluso artesanías, puede contribuir a construir la confianza en la pareja, y tener una vida sexual liberadora.
Por tu parte, te hará sentir más en control con tus necesidades y deseos, mientras la felicidad de que tu pareja pasará por ser el destinatario de tus movimientos.
6 Interpreta un personaje
Si siempre te gustó interpretar a una descarada dama francesa, o una bailarina exótica, y tu pareja anhela un sensual momento en el jacuzzi, nunca lo sabrán si no lo hablan con confianza e intimidad. Todos tenemos fantasías, y de vez en cuando es recomendable dejarlos jugar en la vida real.
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Pn/gm
