Durante dos años una mujer vivió engañada por su propia amiga con la cual tuvo relaciones sexuales ocupando una prótesis.
Cada cierto tiempo podemos sorprendernos con historias que pensamos que ni el más creativo de los guionistas de Hollywood podría escribir, pero son ciertas.
El diario abc.es de España cuenta la historia de Gayle Newland, una mujer de 25 años de Willaston, Inglaterra, que durante dos años se hizo pasar por el novio de una amiga suya.
Todo comenzó cuando Gayle Newland se convirtió en realidad en Kye Fortune, un hombre de origen latino que conoció a su víctima, o su amiga, enviándole una solicitud de amistad por Facebook.
La pareja comenzó a comunicarse y conocerse a través de la red social y conversaciones telefónicas desde 2011 hasta 2013. El maquiavélico plan orquestado por Newland consistió en fingir que padecía un tumor cerebral cuyo tratamiento le había producido unas desagradables cicatrices en el rostro, motivo por el cual no quería conocer físicamente a la mujer con la que llevaba casi dos años manteniendo un relación telefónica.
No obstante la pareja acordó mantener un especial encuentro sexual en febrero de 2013. Kye convenció a su pareja que acudiera a un hotel en Chester con la innegociable condición de que ésta llevara los ojos tapados para no poder verle. Le daba vergüenza espetó, debido al tumor que supuestamente tenía.
Así llego el día del primer encuentro sexual de esta particular pareja. Kye esperó escondido en el baño de la habitación hasta que su víctima se hubiera colocado una cinta en los ojos, momento en el que consumaron un romántico encuentro sexual a ciegas.
La experiencia fue satisfactoria y ambos decidieron continuar con estas citas a ciegas hasta que en junio de 2013 la víctima descubrió que su novio, era en realidad su amiga Gayle Newland.
En un momento de su último encuentro decidió quitarse la venda de los ojos. Su sorpresa fue descubrir que durante dos meses se había estado acostando a ciegas con su amiga, que utilizaba una prótesis de un pene para mantener las relaciones sexuales.
A mitad de camino entre la incredulidad y la repulsión que le produjo conocer la verdad, la víctima acudió a la policía a denunciar a Newland, que ahora se enfrenta a cinco cargos por asalto sexual en los juzgados de Chester.
Pn/Jv
PURANOTICIA