Quilpueino de 54 años fue beneficiado con el procedimiento que es inédito en el centro hospitalario.
Como "una intervención inédita" en la historia quirúrgica del Hospital de Quilpué y que significó el trabajo conjunto del área traumatológica y dental, fue calificada la cirugía de reconstrucción de fisura labiopalatina a un paciente 54 años, quien tras la intervención mejorará considerablemente su calidad de vida.
La fisura labiopalatina es una de las malformaciones congénitas más frecuentes que afectan la zona maxilofacial. Se produce por una alteración de los tejidos que dan origen al labio superior y al paladar durante las primeras etapas del desarrollo embrionario por diversos factores, tanto genéticos como ambientales.
Hoy el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los pacientes, se inicia a partir del nacimiento del niño o niña y requiere una intervención multiprofesional. No obstante, en el pasado, las técnicas de reparación eran menos avanzadas que en la actualidad por lo que muchos pacientes quedaron con secuelas.
La Dra. Luz María Sernuda, cirujano dentista maxilofacial del Hospital de Quilpué, explicó que la cirugía desarrollada por primera vez en el recinto "benefició a un paciente que presentaba una secuela de fisura palatina completa y que había quedado con una fístula oronasal. Mediante un injerto obtenido en la zona de la cresta iliaca, por parte del traumatólogo, se pudo colocar en la la fístula oronasal, de esta manera poder darle sustento óseo y que se pudiera cerrar la zona de la fístula" explicó.
"Como muchos pacientes que se operaron de fisura palatina hace muchos años, quedaron con secuelas porque las técnicas no eran las que existen ahora, y no estaban las prestaciones en los hospitales tampoco para esta reparación. Por lo tanto es un paciente que había quedado sin tratamiento por mucho tiempo y que había visto afectada directamente su calidad de vida", comentó la odontóloga maxilofacial.
Como parte de la resolución quirúrgica diseñada para este paciente, el Dr. Fretz Meola, traumatólogo del Hospital de Quilpué, explicó que "ese injerto puedes obtenerlo de varias partes del esqueleto, pero uno de los sitios de donde se obtiene con mayor facilidad y menos riesgos es de la cresta iliaca".
"Logramos tomar esta muestra gracias a las cajas de traumatología que se obtuvieron en el hospital. Se hizo también una toma de hueso esponjoso de la zona y se le pudo realizar su cirugía. No hubo complicaciones desde el punto de vista quirúrgico y en el futuro, esperamos poder seguir haciendo otras cirugías traumatológicas óseas, como fracturas", comentó el médico traumatólogo del Hospital de Quilpué.
Finalmente, la Dra. María Luz Sernuda también es optimista en relación a repetir este tipo de intervenciones quirúrgicas. "Si llegamos a tener un paciente en condiciones similares, vamos a tener mayor claridad de la resolución quirúrgica que le podemos dar. Además, trabajar en equipo con el Dr. Meola es sumamente fácil, así es que están dadas las condiciones para poder resolver con éxito la atención de este tipo de pacientes".
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