Pese a que el acto fue encabezado por el propio ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward, propietarios del sector se manifestaron en contra de la medida.
Este lunes se llevó a cabo la reapertura del acceso público al reconocido balneario de Pingueral, ubicado en Tomé, cuya entrada estaba cerrada por una barrera y una caseta que prohibían el acceso libre.
Durante el verano pasado, se recibieron 1.492 denuncias de falta de acceso en todo Chile, y se logró la apertura de emblemáticas playas como Mónaco (región de O'Higgins), Lago Huilipilún (región de La Araucanía) y Playa Linda en Lago Calafquén (región de Los Ríos).
Adicionalmente, el Ministerio de Bienes Nacionales impulsó y logró la aprobación de la Ley Playas Abiertas, que sanciona con multas de hasta 100 UTM a quienes bloqueen los accesos fijados en las playas de mar, ríos y lagos del país.
Frente a lo ocurrido, el ministro Felipe Ward señaló que "este es un gran hito para nuestra campaña 'Que no te falte playa', porque Pingueral es la cuarta playa con más denuncias de falta de acceso en lo que va del año en todo Chile, con un total de 31 denuncias".
De igual forma, sostuvo que "estamos dando solución a uno de los problemas que aquejan tanto a habitantes como a visitantes de Tomé".
Propietarios del sector se manifestaron en contra de la medida. En ese marco, una habitante del lugar dijo que "el tema es de seguridad, porque si va a ser acceso libre va a entrar Pedro, Juan y Diego y no sabemos a qué, porque yo digo ¿a qué quieren venir? Que alguien me conteste, porque en el verano hay playa, pero en el invierno ¿a qué van a venir?".
Sin embargo, la respuesta del ministro Ward fue clara: "Todos deben entender que en Chile no existen las playas privadas y no importa si es invierno o verano. Continuaremos con esta campaña para garantizar el acceso a todas las playas del país".
Si bien, hay 600 viviendas particulares en el conjunto habitacional cercano al lugar, esto no priva que cualquier persona que quiera llegar al borde marino pueda hacerlo a través del camino público. Esto, pese a que en 2011 la Municipalidad de Tomé, a través de un decreto, autorizó a los residentes a restringir el acceso vehicular y cerrar el recinto.
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