Gonzalo Rohland y Magdalena Contreras, dueños del restaurante "Brasas del Sur", utilizan las dependencias del establecimiento para preparar una cena diaria y repartirla.
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El emergente barrio gastronómico de Quilpué lucha por sobrevivir en medio de una crisis que hoy tiene a sus dueños de brazos cruzados o buscando en el delivery una opción para mantener el negocio a flote.
Frente a esta difícil situación, Gonzalo Rohland y Magdalena Contreras, dueños del restaurante "Brasas del Sur", se dieron cuenta que, si bien, los empresarios gastronómicos de la comuna lo están pasando mal, hay otro grupo de personas que está aún peor.
A diario, algunas personas en situación de calle duermen afuera del restaurante. Conversando con ellos, Gonzalo se dio cuenta que muchos están pasando hambre. Poca gente en las calles, el temor de acercarse a ellos por motivos sanitarios y el complejo panorama que tantas familias viven a raíz de la pandemia, ha significado para estas personas estar aún más desposeídas y apartadas de lo habitual.
Fue así, como nació la idea de usar las dependencias del restaurante para preparar una cena diaria y repartirla entre los más necesitados de la comuna.
"Decidimos hace algún tiempo llevar a cabo esta iniciativa con la finalidad de poder brindar una comida caliente a gente en situación de calle de nuestra comuna. Es por eso, que nos organizamos junto un grupo de amigos para llevar este proyecto adelante y ayudar a los más desposeídos. Tenemos también a disposición la infraestructura esencial para llevar este proyecto adelante en un restaurante y poder entregar todos los días una cena caliente a las 7 de la tarde. Hemos notado cómo emprendedores de Quilpué, la necesidad de que la sociedad civil se organice para ayudar a la gente más necesitada".
Y poco a poco la iniciativa va dando resultado. Gracias a los aportes, ya se distribuyó la primera cena. La idea es mantener esta cadena de apoyo todo el invierno, el período más difícil para la gente en situación de calle que ahora además del frío debe sortear el hambre.
Gracias al catastro de carabineros, se identificó a 30 personas en situación de calle en la comuna que requieren esta ayuda. Con el apoyo de la patrulla comunitaria de Carabineros y voluntarios que se han sumado a la iniciativa, las cenas se llevan a los lugares donde ellos viven o pernoctan.
Cada plato de comida tiene un costo aproximado de $1.000. Mientras más dinero se reúna, por más tiempo se podrá extender esta cruzada solidaria que va en auxilio de los más invisibilizados de nuestra sociedad.
Quienes quieran y puedan colaborar, pueden buscarlos en sus redes social como @unacomidacalientealdia en Facebook e Instagram, enviando un email a unacomidaaldia@brasasdelsur.cl o llamando al +56974994233.
PURANOTICIA
