Femicida deberá cumplir un mínimo de 20 años tras las rejas antes de recibir cualquier beneficio penitenciario por el crimen.
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La Corte de Apelaciones de Antofagasta confirmó el fallo del 27 de noviembre pasado que condenó a presidio perpetuo simple a José Manuel Rojas Escobar, por el femicidio de su esposa, Lorena Elizabeth Carrasco Aguilera, a quien estranguló al interior de una clínica oftalmológica en 2017.
El tribunal de alzada rechazó un recurso de nulidad presentado por la defensa del condenado contra el Tribunal Oral Penal de Antofagasta, en el que alegaba una errónea aplicación del derecho por la aplicación de las agravantes de alevosía y de abuso de la superioridad de sus fuerzas.
Los ministros de la 1ª sala concordaron en que, si bien, no aplica la agravante de alevosía, sí lo hace la de abuso de la superioridad de sus fuerzas. Sin embargo, aclararon que atendida la extensión del mal causado, esta situación no incide en la especificidad del delito, por lo que la pena de presidio perpetuo simple está ajustada a derecho.
De esta manera, Rojas deberá cumplir un mínimo de 20 años tras las rejas antes de recibir cualquier beneficio penitenciario por el crimen cometido el 27 de noviembre de 2017 en la clínica oftalmológica de calle Condell, donde trabajaba y donde estranguló a su esposa, con quien tenía dos hijos de 8 y 3 años.
El día de los hechos, el victimario y su cónyuge habían participado en una mediación familiar por alimentos, que resultó frustrada, en su proceso de separación. En su automóvil, el sujeto llevó engañada a su mujer a la clínica, sabiendo que en ese momento no había moradores. En el interior, después sostener una nueva discusión, la tomó por el cuello, la arrojó al suelo y la estranguló hasta ocasionarle la muerte. Luego, procedió a cubrir la cabeza de la víctima con una bolsa plástica transparente, la cual ató a su cuello, mientras que las extremidades inferiores las envolvió con una bolsa hasta las caderas.
Finalmente, introdujo el cuerpo en una pequeña bodega ubicada en el baño de una de las salas de la clínica, para posteriormente retirarse dejando cerrado con llave el inmueble y el cuerpo abandonado y oculto.
PURANOTICIA
