Trabajadora del ex liceo Chagres acusó a Boris Luksic de haberla acosado por medio de invitaciones a salir y otras situaciones como agarrones por debajo del vestido.
El alcalde de Catemu, Boris Luksic, debió concurrir hasta el Tribunal del Trabajo de San Felipe debido a una denuncia interpuesta por María del Pilar Berríos, ex inspectora de patio del ex liceo Chagres, en la que acusa al jefe comunal de acoso laboral y sexual por una situación que habría ocurido el año 2019, pero que tendría su origen el año 2014.
Y es que la víctima presentó el 2017 una denuncia por acoso laboral y moral, dirigida en contra de su ex jefe y ex director del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), Félix Arévalo, a quien acusó de hacer comentarios respecto a sus atributos físicos y su manera de vestir, incluso dándole besos cerca de la boca y abrazos prolongados que derivaban en forcejeos, según consigna el medio El Trabajo de San Felipe.
La inspectora también relató en aquella primera denuncia que Arévalo intentaba tocarles las nalgas y senos, pasar por detrás de ella intentando generar roces. A esto se suman los constantes llamados a su oficina e incluso, en una oportunidad, habría llegado a tocarle los pechos.
Todas estas graves acusaciones habrían tenido lugar entre los años 2014 y 2015, tiempo en que el alcalde Boris Luksic también habría tenido parte, pues María del Pilar Berríos asegura que la autoridad la habría acosado por medio de invitaciones a salir y otras situaciones como agarrones por debajo del vestido.
Según consigna el medio sanfelipeño, Luksic y Arévalo tendrían una íntima amistad, lo que generaba el temor de la víctima a denunciar, pensando que si lo hacía se podría quedar sin su fuente laboral.
No obstante, la mujer constantemente le habría manifestado su rechazo a los dos funcionarios públicos, situación que derivó en represalias como cambios de funciones y de lugar de trabajo. Esto, a su vez, le provocó una severa depresión el año 2016, obligándola a presentar diversas licencias médicas.
Con todos estos antecedentes, la mujer y el alcalde Luksic se encontraron en el tribunal, lugar hasta donde también llegaron agrupaciones feministas para darle su respaldo a la víctima.
Cabe recordar que con previo a la audiencia, el jefe comunal sostuvo que "especialmente en el caso del abuso, no es mi manera de ser, no soy así. Lo cierto es que nunca tuve vínculos con esta persona. Ella es del escalafón de los asistentes de la educación, con quienes uno no tiene un contacto habitual".
Por todo lo ocurrido, la funcionaria solicita una indemnización millonaria por daño moral ante el Tribunal del Trabajo de San Felipe.
(Imágenes: El Observador)
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