Presidente de la Asociación Chilena de Psicología Social del Deporte compartió orientaciones para deportistas en tiempos de pandemia, en charla organizada por la U. de Playa Ancha y el club deportivo Crucianos.
La suspensión de los eventos deportivos y el traslado de los entrenamientos al espacio domiciliario por la pandemia ha generado en los deportistas alteraciones del sueño, irritabilidad, ansiedad por la dificultad de afrontar la incertidumbre, así como frustración por el confinamiento y por no poder cumplir con la planificación trazada a comienzo de año, aburrimiento y, en algunos, aumento de peso.
A lo anterior, se suma la preocupación por bajar el rendimiento alcanzado antes de la pandemia, panorama frente al cual el psicólogo deportivo y presidente de la Asociación Chilena de Psicología Social del Deporte (ACHPSD), Víctor Cepeda Salas, sostuvo que ha sido un tiempo de invitar a la aceptación de las condiciones actuales y de centrarse en lo que es controlable, para reducir el sufrimiento y la frustración de lo que no pudo ser.
"El concepto de aceptación apunta a la actitud de mirar los eventos de la vida tal como son, aunque duelan o generen incomodidad. Mucho del sufrimiento humano radica en anhelar que las cosas sean de otro modo. Aceptar duele, pero nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias cambiantes del vivir. Es importante no confundir con resignación, que se relaciona con rendirse y abandonar metas. Desde lo psicológico se invita al deportista a narrar su propia vida de una forma menos reactiva y más propositiva. De allí que muchos atletas después de la desilusión, por la interrupción de la temporada, se han centrado en mejorar aspectos físicos o técnicos, y han aprendido a ver la crisis como una oportunidad de mejora, dejando de lado en cierta medida las metas de resultado", aseveró.
En la charla «Afrontar la crisis. Orientaciones Psicológicas para Deportistas», organizada por la Universidad de Playa Ancha junto al club deportivo Crucianos, el profesional explicó que es natural tener días de desmotivación e inestabilidad emocional, y que identificar los valores de vida que nos definen es fundamental para una preparación deportiva de largo plazo, porque nos permite ser más fuertes para afrontar la incertidumbre de este momento.
"A los deportistas y técnicos les aconsejo ser pacientes y conectarse con sus valores de vida, la conciencia de los valores personales puede ser un soporte vital en estas circunstancias. Y, cuando esa voz interna nos diga que nos quedemos en casa y no entrenemos, podemos alinearnos con la disciplina, la perseverancia y el optimismo. El agradecer también puede ser una estrategia interesante, porque nos lleva a apreciar experiencias cotidianas de manera distinta. Como seres humanos solemos tener un sesgo negativo de nuestras experiencias, y agradecer amplia nuestra perspectiva. Por último, a los entrenadores les diría que, cada vez que planifiquen una semana de entrenamiento, tengan en cuenta tres aspectos fundamentales: La sensación de logro, el disfrute y la conexión social. Con esta combinación unimos rendimiento y percepción de bienestar, lo que incide en la motivación y mayor estabilidad emocional".
Las técnicas de abordaje de la ansiedad como la relajación, meditación y visualización son muy buenas aliadas en este momento. Y, para los deportistas aficionados, su desafío principal está en conectar con motivadores intrínsecos, con disfrutar el ejercicio por el placer del cuerpo en movimiento, en virtud de la ausencia de eventos de competencia.
PURANOTICIA