Alfonso Swett expresó respecto al proyecto que busca reducir la jornada laboral en 40 horas, que no han sido escuchados como gremio y que la iniciativa provocaría un "daño a la institucionalidad".
El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, se ha opuesto desde el principio al proyecto impulsado por la diputada Camila Vallejo, que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales.
En entrevista con Emol TV, el empresario criticó nuevamente la iniciativa, exponiendo que provocaría un "daño a la institucionalidad", además de señalar que no han sido escuchados como gremio.
"Como empresarios estamos obligados a buscar el bienestar de nuestros trabajadores, y en ese contexto está nuestra preocupación", comenzó diciendo Swett, pero agregando que "más que mirar el golpe que nos pega este proyecto, a nuestros costos laborales, lo que más nos preocupa es el gran daño que se le puede hacer a la sociedad".
Ese daño, según el empresario, sería desde tres ámbitos: "Primero, no nos estamos dando cuenta que estamos perforando la institucionalidad en Chile. Porque básicamente, el que hoy tengamos tasas para endeudarnos bajas, o que tengamos posibilidades de crecer más que el mundo, tiene que ver con un elemento fundamental que es la política fiscal responsable, del que es responsable solo uno, el Ejecutivo. Lo que hace este proyecto es pasarse esa institucionalidad y se dice 'me da lo mismo los efectos fiscales'", manifestó, agregando que "estas 40 horas tiene efectos fiscal, ya lo dijo el ministro de Hacienda".
Además, el empresario señaló que la diferencia con la reducción de la jornada laboral en 2005 es que en aquella ocasión "lo lideró el Ejecutivo, el Presidente Lagos". Swett asegura también que había un "viento tremendamente favorable desde afuera".
Las quejas del líder de la CPC no quedaron ahí, señalando estar "realmente en shock hoy día, que se haya adelantado este proyecto para el lunes", a propósito de que la Comisión de Trabajo lo votará hasta total despacho ese día.
"Nos juntamos para hacerles una propuesta, porque no nos preguntaron, y nos cierran la puerta, nos dicen nos da lo mismo. Nos parece tremendamente grave un país que no quiera dialogar", dijo Swett.
"Las diputadas que están llevando a cabo esto, con las mejores intensiones, no voy juzgar intensiones, salieron de la Universidad llenas de teoría y entraron al Congreso, nunca han trabajado en una empresa", agregó.
Por último, el líder empresarial cree que hoy "está siendo súper difícil ser empresa. Se nos está siendo difícil ser empresarios. Se nos está siendo difícil ser empresa. Y el problema que no se dan cuenta que la empresa no es un empresario: son sus trabajadores, son sus proveedores. Son las familias de ellos. Empresa no es igual a empresarios. Empresa es igual a trabajador, proveedor, comunidad".
Esto, básicamente por la "inflación de costos", producto de iniciativas como la sala cuna, el 4% adicional con cargo al empleador (pensiones), las resoluciones ambientales, la tasa impositiva que pagan las grandes empresas, entre otros.
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