Josefa Errázuriz garantizó a los vecinos que se oponen al proyecto que “ese bien nacional de uso público se les va a transformar en un espacio de paz, de alegría y de reconciliación”.
Por cinco votos a favor y tres en contra el Concejo Municipal de Providencia aprobó en su sesión de este martes la construcción de un memorial que se instalará en la intersección de Los Leones y El Vergel en recuerdo de los profesionales comunistas degollados en 1985.
"Hoy día, es un día emocionante", expresó la alcaldesa, Josefa Errázuriz, asegurando entre las personas que llegaron con flores a manifestar su apoyo a la iniciativa que "una ciudad sin memoria no avanza".
Ante la molestia de vecinos del edificio continuo al lugar en que se instalará el memorial, la alcaldesa aseguró que "ese bien nacional de uso público se les va a transformar en un espacio de paz, de alegría y de reconciliación".
El memorial se instalará frente al espacio en que funcionaba el Colegio Latinoamericano de Integración. Allí el dirigente de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH), Manuel Guerrero Ceballos, de entonces 36 años de edad, y el sociólogo de 34 años de edad, jefe del Departamento de Análisis de la Vicaría de la Solidaridad y apoderado del establecimiento, José Manuel Parada, fueron secuestrados por personal de la Dirección de Comunicación de Carabineros (DICOMCAR) la mañana del viernes 29 de marzo de 1985. Los captores bajaron de un automóvil sin patente y balearon al profesor Leopoldo Muñoz que intentó defenderlos.
El día anterior agentes de la DICOMCAR allanaron la sede de la AGECH y detuvieron a cuatro profesores. Esa jornada también fue detenido el publicista Santiago Nattino, de sesenta años, en calle Apoquindo. Los profesores serían liberados luego, sin embargo, los otros tres profesionales que militaban en el entonces proscrito Partido Comunista no corrieron la misma suerte.
Entre la noche del viernes 29 y la madrugada del sábado 30 de marzo los tres secuestrados fueron subidos a un automóvil y conducidos hasta una zona de Quilicura cercana al aeropuerto. Siendo bajados uno a uno, mientras permanecían esposados, vendados y de rodillas, les cortaron el cuello con un corvo. Pasado el mediodía del sábado 30 de marzo, campesinos del lugar encontraron los tres cadáveres como vestigio de uno de los crímenes más horrendos de la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet.
Manuel Guerrero Antequera, que desde las aulas del Colegio Latinoamericano escuchó cuando se llevaban a su padre, destacó que la municipalidad, impulsando este memorial "da una lección al país".
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AGENCIA UNO