Mandatario, en su primera entrevista tras el estallido social, aseguró que la gente quiere "una mejor calidad de vida, mejores pensiones, mejores salarios, salud y educación".
En entrevista con la BBC, la primera desde el estallido social, el presidente Sebastián Piñera defendió su decisión de decretar el estado de emergencia y afirmó que no renunciará, porque fue elegido democráticamente y llegará al final de su mandato.
El Mandatario aseguró que "nadie predijo o tuvo la sensibilidad para darse cuenta de esto. No escuchamos con suficiente atención, no entendimos con suficiente claridad el mensaje. Y esta no es una crítica solamente al gobierno, esto se viene acumulando hace décadas".
Añadió que hubo una "gran ola de destrucción, de violencia, de una manera muy organizada. Pudieron dañar o quemar hasta las cenizas casi 100 de las 136 estaciones de metro, además de supermercados, comercios, pequeñas tiendas".
"Esa violencia no puede ser admitida, no está dentro de la ley. Tuvimos que usar herramientas democráticas y constitucionales, como el decretar el estado de emergencia, para restituir el orden público y proteger a nuestros ciudadanos", añadió.
"Una historia muy diferente son las manifestaciones legítimas y las protestas de los ciudadanos chilenos. Por supuesto que las personas tienen derecho a protestar. Y reconocemos eso y protegemos ese derecho porque es parte de nuestra democracia", enfatizó.
En cuanto a los abusos militares y policiales, dijo que "establecimos lo que llamamos las reglas de uso de la fuerza, que están absolutamente de acuerdo con los estándares más altos del mundo y les dijimos a todas las personas a cargo de esto y también a la policía que tenía que obedecer y cumplir esas reglas".
Además, "llamamos a la fiscalía y les dijimos que tenían que investigar cada presunto delito o uso excesivo de la fuerza. Puedo garantizar que para mí y para mi gobierno el compromiso con los derechos humanos es el más alto y es por eso que tomé todas las precauciones".
"Por supuesto, hay quejas sobre el uso excesivo de la fuerza y los derechos humanos. Si eso sucedió, puedo garantizar que será investigado y procesado por nuestro sistema tradicional. No habrá impunidad. Ni con las personas que prendieron fuego a los supermercados y a la mayoría de nuestras estaciones de metro, ni con aquellas que eventualmente cometieron un exceso de uso de la fuerza o el crimen. Así es como lo haremos en una sociedad democrática como la nuestra", indicó.
Acerca de las demandas de una nueva Constitución, respondió que "la gente quiere una mejor calidad de vida, mejores pensiones, mejores salarios, salud y educación, pero no confundamos lo que la gente quiere con los grupos pequeños que pretenden representar a la gente. He escuchado la voz del pueblo chileno. Es por eso que construimos en cuatro días una agenda social muy poderosa y fuerte, que deberá contar con gran cantidad de recursos para acelerar el proceso de mejoras".
Sobre las exigencias de que renuncie, Piñera respondió que "por supuesto que voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con esos que me eligieron y con todos los chilenos".
"Si alguien quiere hacer una acusación constitucional, está en su derecho pero yo estoy absolutamente seguro que ninguna de ese tipo de acusaciones va a prosperar porque la solución en democracia es respetar las reglas de la democracia y no atentar contra la democracia pretendiendo desestabilizar a un gobierno que ganó las elecciones legítimamente y por una amplia mayoría", concluyó.
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