Aún recuperándose de las fuertes lesiones que le ocasionó los golpes de un joven que padece supuestamente esquizofrenia, Lucas Burgos (12) sigue con miedo y relató que “no puedo hacer mi vida normal”.
"No puedo correr ni saltar, ni andar en skate. No puedo hacer mi vida normal". Esas fueron las primeras declaraciones en público de Lucas Burgos, el niño de 12 años que durante la noche de Halloween fue víctima de una brutal paliza por parte de un joven de 18 que padece, supuestamente, el síndrome de esquizofrenia.
Lucas aún sigue recuperándose de las secuelas que le dejaron los golpes de karate que recibió. Durante el incidente en la localidad de Las Condes. Entre los daños, la paliza le causó fracturas en las órbitas oculares, en el hueso nasal y el maxilar.
Fue operado dos veces, una de ellas, para instalar placas de titanio y pernos para reparar la estructura craneal que se vio afectada.
Días después del hecho, el niño aún siente miedo sobre lo ocurrido, y en declaraciones que entregó al noticiero de medianoche de TVN, reveló que, "cuando me pegó la patada vi todo negro. Desperté y vi que me había tirado la mandíbula para atrás: yo me la tiré hacia adelante. Otro niño se sacó la polera y con ella me levantó la nariz para que pudiera respirar".
Lucas, además, contó que llevaba una máscara de Guy Fawkes (V de Vendetta) cuando inició el recorrido para pedir dulces en el sector, cuando al llegar a la casa del agresor, "gritamos si nos iba a dar dulces. Él nos estaba mirando". Uno de los menores lanzó un caramelo dentro de la vivienda, provocando la ira del victimario.
"Me pegó en la espalda, después me dio una patada en la cara y salió corriendo", cerró. Por su parte, el joven de 18 años de edad sería inimputable por su condición de salud mental. Pese a esto, se mantiene con arresto domiciliario.
.
Pn/gm
Texto: Agencia Trayectos.