El parlamentario planteó que sacar íntegramente el proyecto antes del 31 de enero sería un “error” y que la presión que se tiene es “como si nos dijeran que se saque una ley aunque sea una mala ley”.
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"Quiero reiterar que esta norma tiene problemas estructurales significativos porque el tipo penal que se está configurando no queda claro ni desarrollado en esta ley y eso puede constituir una ley penal en blanco. No me parece que sea una norma conveniente ni sana tal cual está redactada. De eso estamos hablando, de una cuestión estrictamente técnica que para el derecho penal no parece del todo conveniente".
Con esas declaraciones el senador de la UDI Hernán Larraín encendió la discusión ayer donde el Senado aprobó finalmente el fin a copago y aprobó el 30% de selección de los liceos emblemáticos, además de una indicación de la DC de permitir que los apoderados de los recintos pidan voluntariamente.
"La Nueva Mayoría ha actuado como reloj, con medidas "ideológicas". Es bastante increíble la presión por el tiempo que nos plantearon", se quejó el parlamentario.
Por su parte, volvió a criticar la presión por sacar íntegramente el proyecto antes del 31 de enero, lo que deja sólo una semana para la tramitación y discusión de los puntos restantes en el proyecto.
"Esta reforma entrará en vigencia en marzo del 2016, por lo que tendríamos un tiempo considerable para discutir de buena forma. Nos dicen que no hay tiempo, pero creemos que sí lo hay. La presión del Gobierno es casi como decir que 'hay que sacar adelante el proyecto, aunque sea un proyecto malo'. Es un error legislar así, a presión, porque las leyes no salen bien", cerró.
AGENCIA TRAYECTOS
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