
Los ejecutivos de la empresa FILA Chile, Alejandro Jacob, Mauricio Masía y Carolina Molina fueron formalizados por cuasidelito de homicidio y dos delitos de venta de sustancias peligrosas. Quedaron en libertad.
La Fiscalía Centro Norte formalizó hoy a tres gerentes de la empresa FILA Chile por la muerte de un niño de 8 años, que falleció tras consumir silicona escolar marca PAX con metanol, sustancia altamente tóxica que agregaban al producto.
Los ejecutivos Alejandro Jacob, Mauricio Masía y Carolina Molina fueron formalizados en el 2° Juzgado de Garantía por cuasidelito de homicidio y dos delitos de venta de sustancias peligrosas.
Dada la baja pena para los delitos, Mauricio Masía y Carolina Molina sólo quedaron con arraigo nacional y Alejandro Jacob, con firma mensual.
De acuerdo con la investigación de la fiscal Carolina Suazo, los hechos ocurrieron el 12 de julio del año 2013, cuando el niño Jairon Santander consumió el producto "Mi Silicona", dirigida a un público escolar, que contenía metanol, sustancia tóxica de cuya presencia no advertía el envase.
Según los antecedentes recabados por la Fiscalía Centro Norte, tras ingerir la silicona, el menor de edad comenzó a presentar vómitos y dolor abdominal, siendo atendido por tres profesionales médicos, los que no pudieron salvarle la vida, dado que desconocían la presencia del metanol. Por ello, la fiscal formalizó a los tres por el homicidio culposo del niño.
En la audiencia, la fiscal Carolina Suazo advirtió que si en el envase de la silicona se hubiese advertido de la presencia de metanol, los profesionales médicos hubiesen podido aplicarle al niño el tratamiento correcto para salvarle la vida, lo que no fue posible.
Añadió que aunque el envase advertía que su uso requería de la presencia de un adulto, el omitir la presencia del metanol en la silicona fue determinante en la muerte del niño, ya que no pudieron aplicarle el tratamiento correcto.
Asimismo, la Fiscalía Centro Norte formalizó a los imputados por venta de sustancias peligrosas, dado que no cumplieron con su obligación de incluir etiquetas en sus productos que señalen la información mínima del contenido.
En este caso, la silicona marca PAX contenía metanol al 63% .
El informe de autopsia realizado al menor estableció que la silicona tenía una concentración letal: También arrojó que al momento de su muerte el niño tenía una concentración de 0,25 grs de metanol. Proyectada esta cantidad al momento de la ingesta arrojó 1 gramo por litro de sangre. Los valores por sobre 0,2 son considerados tóxicos y sobre 0,9 grs se consideran letales.
En agosto del año 2013, cuando los ejecutivos ya sabían de la muerte de Jairon, los imputados exportaron la silicona a Ecuador, incumpliendo nuevamente la obligación de detallar la presencia del metanol y su peligrosidad.
Pn/ci
ATON CHILE