Felipe Berríos cuestiona duramente los últimos escándalos en la escena política.
El sacerdote jesuita Felipe Berríos se encuentra viviendo en Antofagasta, en el campamento La Chimba, uno de los más pobres del país. Con su mirada aguda y crítica de la realidad nacional, en entrevista a La Tercera, analizó los últimos casos que han remecido a la sociedad: el Caso Penta y el Nueragate.
"Desde que volví me ha llamado la atención una sensación de abuso, de que abusan de ti, que se parece percibir a todo nivel. Las farmacias, las multitiendas, los negocios. Y creo que la máxima expresión son los casos Penta y Dávalos".
Sobre ambos casos, lamentó que hay una "codicia tremenda que atraviesa a la sociedad chilena. Las cosas se hacen con pillería, con trampa. Se usan influjos, contactos, para ganar la mayor cantidad de plata en poco tiempo. No importa si daño a la confianza pública, a las instituciones o a particulares".
Para el sacerdote, el eje en común de estas polémicas es que "tienen algo en común: la codicia, el deseo detener más a costa de cualquier cosa, más allá de que sea legal, ilegal o un 'descuido', como dicen ahora. Uno se pregunta por qué gente que ya tiene dinero, posición, una vida confortable, quiere más y más. Eso a veces puede llevar incluso al abuso".
De todas maneras, cree que estos antivalores son practicados por muchos ciudadanos. "Estos son hechos mediáticos, pero tampoco nos podemos esconder en ellos, porque todos tenemos nuestro Penta chiquitito, cuando no pedimos la boleta para pagar menos, cuando no le hacemos contrato a la señora que nos hace el aseo. Así que ojo, porque no son sólo los casos pillados. Es la actitud del país lo que a mí más me preocupa".
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