En este caso, que está a cargo del fiscal jefe de Pudahuel, Emiliano Arias, el ilícito consistiría en trata de personas. Hasta el momento hay una denunciante y dos supuestas víctimas.
La Fiscalía de Pudahuel solicitó la ampliación de los dos ciudadanos surcoreanos que fueron detenidos por su presunta participación en una red de trata de personas.
El Juzgado de Garantía accedió a la solicitud de la fiscalía, debido a que hace falta un intérprete para comunicar a los extranjeros los delitos que se les imputan.
En este caso, que está a cargo del fiscal jefe de Pudahuel, Emiliano Arias, el ilícito consistiría en trata de personas. Hasta el momento hay una denunciante y dos supuestas víctimas.
Según la policía, los detenidos forman parte de una organización que engaña a jóvenes en Seúl, la capital de Corea del Sur, donde les ofrecen viajar a Santiago como modelos, pero acá las obligarían a prostituirse.
Los hechos son investigados por la PDI desde hace tres meses, después de que una de las jóvenes extranjeras supuestamente engañadas logró pedir ayuda a vecinos de un condominio en Huechuraba, donde los presuntos cabecillas de esta red la mantenían encerrada.
Mediante agentes encubiertos, la Brigada Investigadora de Trata de Pesonas descubrió que un local ubicado en Antonia López de Bello 34, comuna de Recoleta, sería el epicentro de esta organización. El inmueble fue allanado por la PDI.
Según se informó, este local funcionaba con patente de cabaret y restorán con karaoke, pero extrañamente no abría en el día y en la noche sólo recibía a ciudadanos coreanos VIP. Dentro del inmueble, la policía halló piezas presuntamente habilitadas para el comercio sexual.
En los allanamientos, la PDI también encontró a dos jóvenes extranjeras sin documentación que, al parecer, estaban ejerciendo el comercio sexual. La barrera del lenguaje hizo más complejo el operativo, pero las jóvenes fueron trasladadas a dependencias de la policía para ser interrogadas.
Asimismo, en el transcurso de los allanamientos fueron detenidos dos ciudadanos surcoreanos que serían los cabecillas de esta organización que, supuestamente, ofrecía los servicios sexuales de las jóvenes a empresarios VIP, también de esa nacionalidad. Al parecer, los valores por estos servicios comenzaban desde los dos millones de pesos.
De acuerdo a la información policial, los líderes de esta organización contactaban a jóvenes en Seúl y les ofrecían trabajar como modelos en Santiago. Al llegar a la capital les quitaban el pasaporte y las obligaban a prostituirse.
Claudio Leiva / Aton Chile