
Mujer perdió a su esposo y cuatro hijos a manos de carabineros de Isla de Maipo, durante 1978, en plena dictadura.
A los 96 años murió Elena Muñoz de Maureira, la viuda símbolo del caso Hornos de Lonquén, quien perdió a su esposo y cuatro hijos a manos de carabineros de Isla de Maipo y cuyos cuerpos aparecieron en 1978 en los hornos del lugar junto a otras víctimas de la dictadura.
La mujer, conocida como "Purísima Lonquén", será sepultada en el cementerio de Isla de Maipo, después de una misa en la parroquia Santuario Virgen de la Mercedes. Previamente, su féretro saldrá desde su domicilio en la villa O'Higgins.
Todos los integrantes del clan Maureira y las otras víctimas aparecieron el 30 de noviembre de 1978 en los hornos de Lonquén. Los cuerpos estaban amarrados en sus extremidades con alambre de púas y a pesar de las limitaciones a la prensa en la época, el hallazgo provocó conmoción nacional. Posteriormente, las autopsias mostraron señas de macabras torturas de las víctimas, quienes fueron detenidas el 7 de octubre de 1973 por carabineros del retén de Isla de Maipo, donde se les vio con vida por última vez.
Las víctimas son 15 campesinos, todos varones de entre 17 y 51 años, entre ellos Sergio Maureira Lillo y sus cuatro hijos Rodolfo Antonio, Sergio Miguel, Segundo Armando y José Manuel Maureira Muñoz. Además, se cuentan Óscar Hernández Flores y sus hermanos Carlos y Nelson; Enrique Astudillo Álvarez y sus dos hijos Omar y Ramón; y los jóvenes Miguel Brant, Iván Ordóñez, José Herrera y Manuel Navarro.
La indagatoria pasó a manos de la ministra en visita Marianela Cifuentes, quien condenó a siete carabineros (r) por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado y secuestro simple de las 15 personas.
La pena más abultada recayó en Marcelo Castro, quien recibió 20 años de presidio. En tanto, David Coliqueo, Justo Ignacio Romo, Félix Sagredo, Jacinto Torres y Juan José Villegas fueron sentenciados a 15 años de cárcel. Finalmente, Pablo Ñancupil recibió 15 penas de 60 días de presidio.
PURANOTICIA