Según acreditó la Fiscalía Centro Norte en el juicio, los delitos los cometió el acusado aprovechando que ejercía como monitor en una fundación orientada a atender y proteger a niños en riesgo social en la comuna de Colina.
La Fiscalía Centro Norte obtuvo condena de 20 años de presidio en contra del acusado Julio Enrique Rivas Rivas (36), quien fue declarado culpable como autor de los delitos de abuso sexual y violación perpetrados en contra de cuatro menores.
Según acreditó la fiscalía en el juicio, los delitos los cometió aprovechando que ejercía como monitor en una fundación orientada a atender y proteger a niños en riesgo social en la comuna de Colina.
En el juicio, la fiscal Andrea Saavedra logró probar que los ilícitos fueron perpetrados entre 2011 y 2014. En 2007, Rivas había sido contratado por el centro de atención para trabajar como monitor. Luego se transformó en educador de trato directo a cargo de un grupo de niños de entre 9 y 12 años.
El acusado atraía a los menores sin necesidad de fuerza o intimidación, seduciéndolos a través de la simpatía, dándoles alimentos e incluso facilitándoles su computador con acceso a internet que mantenía en el departamento en el que vivía en la comuna de Colina, lugar en el que cometió las agresiones sexuales.
Las víctimas de los hechos acreditados en el juicio son dos niños y dos niñas de entre 6 y 11 años, quienes además fueron testigos de los abusos que el imputado cometía.
En la resolución, el Tribunal Oral estimó que resultó acreditada la participación mediante el testimonio de las víctimas y la información aportada a través de la prueba que fue exhibida por la Fiscalía.
Junto a la pena de 20 años de cárcel, se agregaron como penas accesorias quedar bajo vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal y la inhabilitación absoluta de ejercer en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa con menores.
Pn/cp
ATON CHILE