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Jardines interiores o huertos urbanos: Sencillos pasos para tener tus propias plantas medicinales u hortalizas.

Jardines interiores o huertos urbanos: Sencillos pasos para tener tus propias plantas medicinales u hortalizas.

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Tener un "jardín interior", o huerto urbano medicinal puede ser interesante y útil a la vez. La tendencia actual apunta a que ya son más que una moda en la ciudad.

Jardines interiores o huertos urbanos: Sencillos pasos para tener tus propias plantas medicinales u hortalizas.
Viernes 2 de enero de 2015 07:58
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Mundo Inmobiliario
Existen muchas plantas a las que podemos sacarle gran provecho peor no siempre tenemos las condiciones para cultivarlas. Algunos ejemplo de estas nobles propiedades son: Romero, desinfectante, agente de sabor y belleza, utilizado para pelo y piel grasa; llantén, diurético y antibacteriano especial para la cistitis, y también espectorante para la garganta; la ruda y rudón, ambos antiespasmódicos, sedantes, y neutralizadores de las malas energías; lavanda, aromatizador y para dolores musculares; melisa o toronjil, para la pena como dicen; salvia que sirve de desodorante natural, como la menta, deliciosa por su aroma, desinfectante y estimulante, incluso afrodisíaca; orégano, especial antiflatulento para los cólicos y para dolores premenstruales.

¿Cómo hacer un huerto urbano en un departamento?

Primero que nada conseguir recipientes hondos, o tachos de la basura, para ofrecerle profundidad a la planta. Cuando la tengas, debes hacer pequeños agujeros en la base, para que pueda drenar el excedente de agua y no exista posibilidad de que se pudra.

Preparar la tierra como sustrato. Por medio del compostaje: mezcla de tierra con desechos orgánicos, de preferencia no ácidos, generamos una tierra rica en nutrientes y más liviana para no cargar los mesones en donde ubiquemos nuestras macetas. Esta tierra le proporcionará a la raíz, todo lo que necesita para que no se estrese buscando, además aumenta la absorción de líquido.

Trasplanta las matas que has comprado, cuando tengan unos 18 centímetros de alto, durante la noche. Si es semilla, plántala ojalá en invierno, en la oscuridad, sobre un algodón húmedo, como nos enseñaron en ciencias en el colegio. Una vez que la raíz de separe de la semilla, plántala en una maceta a un centímetro de profundidad.

Recuerda que las plantas que no se pueden trasplantar son los tubérculos: rábanos, papas, zanahorias. Sólo se pueden plantar por medio de semillas.

Ponlas en un orden diverso, generando un policultivo. Si pones dos especies iguales juntas se pondrán a competir por alimento y sombra, además si alguna se enferma infectará a las demás. En cambio, si colocas distintas especies, no habrá problemas de convivencia, no se harán sombra.

Debes regarlas todas las noches. Nunca en el día.

Las dos plagas más comunes serán los pulgones, que podrás combatir rociándoles agua todos los días, y el oídio, un hongo blanco, que aparece en las hojas con textura de ceniza. Puedes rociarles un poco de azufre mezclado con agua. Para cosechar, debes esperar por lo menos entre dos y tres meses.