China dio comienzo hoy a una nueva era de relaciones estratégicas con Latinoamérica a través del I Foro Ministerial con la CELAC.
Pekín, 8 ene (EFE).- China dio comienzo hoy a una nueva era de relaciones estratégicas con Latinoamérica a través del I Foro Ministerial con la CELAC, donde el presidente del país asiático, Xi Jinping, anunció que en una década la segunda potencia mundial invertirá 250.000 millones de dólares en esa región.
El Gran Palacio del Pueblo, en el ala oeste de la plaza de Tiananmen, fue el solemne escenario para el lanzamiento de este nuevo foro, surgido por iniciativa del presidente chino y con el que Pekín se erige como uno de los primeros actores internacionales que apuesta fuerte por la CELAC, creada hace apenas un lustro.
Cancilleres de 20 países latinoamericanos y los presidentes de Ecuador (Rafael Correa), Venezuela (Nicolás Maduro) y Costa Rica (Luis Guillermo Solís) asisten a esta primera edición del foro, que concluirá mañana con una declaración que sentará las bases para futuros contactos entre China y Latinoamérica.
A través de CELAC (siglas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), China busca ir más allá de las relaciones bilaterales con los países de Latinoamérica y el Caribe para tratarlos como un sólo bloque, que según Xi es "una de las regiones emergentes con mayor potencial para desarrollarse".
El presidente chino también anunció hoy el objetivo de alcanzar en 10 años un comercio bilateral con Latinoamérica que supere los 500.000 millones de dólares anuales, una cifra que doblaría las actuales, en las que China ya es el principal socio comercial de la región.
Xi además avanzó que en esta primera edición del foro, que el gigante asiático quiere celebrar de forma periódica o incluso extenderlo a varios encuentros sectoriales anuales, se elaborará un extenso plan de cooperación bilateral 2015-19.
Plan del que no adelantó detalles, aunque sí prometió que abarcará toda clase de materias, incluidas las infraestructuras, finanzas, comercio, energía, seguridad pública, industria, agricultura o ciencia.
Los líderes latinoamericanos que esta semana viajaron a Pekín para asistir al nuevo mecanismo multilateral mostraron su entusiasmo por este nuevo modelo de relación con China, en especial el presidente venezolano, quien aseguró que simboliza un momento "único en la Historia" en el que el mundo dice adiós a los imperios.
China "está demostrando que puede ser potencia sin pretensiones imperiales ni hegemonistas", subrayó Maduro, quien afirmó que con la alianza entre esa potencia y Latinoamérica se está avanzando hacia una "oportunidad histórica" para un mundo más igualitario.
Un mundo, proclamó entre aplausos, en el que "nadie pretenda controlar recursos naturales o utilizar la financiación o la moneda para someter y chantajear a pueblos enteros".
"No faltará quienes traten, con la intriga y la mentira, de manipular este paso histórico entre una China revitalizada y una América Latina, con su diversidad, marchando juntas por su propio pie", aventuró Maduro.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quien ejerce hasta finales de este mes la presidencia pro témpore de la CELAC, expresó su confianza en que la nueva relación que entabla el organismo con China atraiga especialmente inversiones en transportes e infraestructuras tan necesitadas en la región.
"Es una oportunidad para nuevos programas de inversión y financiación en áreas estratégicas tales como infraestructura, transportes o interconexión regional, que son fundamentales para el vínculo de nuestros países", señaló Solís.
Recordó que San José, la capital costarricense, acogerá los días 28 y 29 de enero la cumbre de la CELAC, en la que entregará la presidencia anual al presidente de Ecuador, Rafael Correa.
El líder ecuatoriano aseguró que durante esta presidencia de turno su país "sabrá honrar la amistad que nos brinda la República Popular de China y buscará la concreción de los proyectos conjuntos en la región en los términos que establezcamos aquí de común acuerdo".
Hay gran expectación por ver si China anuncia durante el foro algún gran programa de inversiones regionales a largo plazo en telecomunicaciones e infraestructuras, similar a los que ha desplegado en Asia Central y del sur, y que Pekín ha denominado "nuevas Rutas de la Seda".