"Haré escala en La Habana para reunión clave con negociadores con el fin de acelerar el fin del conflicto. La paz está cerca", escribió Santos en Twitter.
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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció hoy que hará una escala en Cuba en su viaje a la Asamblea General de la ONU, con el objetivo de dialogar con los delegados que negocian el proceso de paz entre su gobierno y la guerrilla de las FARC.
Santos hizo el anuncio en medio de fuertes rumores en el sentido de que las partes habrían llegado a un acuerdo en el tema de la justicia transicional, uno de los pilares de las negociaciones que se cumplen en La Habana desde noviembre de 2012.
"Haré escala en La Habana para reunión clave con negociadores con el fin de acelerar el fin del conflicto. La paz está cerca", escribió Santos en Twitter.
La cadena radial Caracol señaló que Santos se encontraría en la tarde de hoy en Cuba con el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", aunque la información no fue confirmada de momento.
Los rumores sobre el inminente acuerdo en el tema de la justicia transicional empezaron a crecer el martes con un viaje imprevisto a La Habana de los negociadores del gobierno, tras concluir el jueves pasado un ciclo ordinario de conversaciones.
Según medios de prensa, los delegados del gobierno regresaron a Cuba antes del inicio del siguiente ciclo de conversaciones tras recibir instrucciones de Santos sobre el punto de la justicia transicional.
Santos dijo el martes que las discusiones en este tema están avanzadas, aunque comentó que "no todos quedarán contentos" con dicho acuerdo, pues encuestas conocidas en los últimos meses indican que gran parte del país quiere que los jefes guerrilleros purguen penas de prisión.
El gobierno ha manifestado que la justicia transicional permitirá aplicar penas a los jefes guerrilleros, aunque no necesariamente en cárceles convencionales.
El gobierno y las FARC ya han llegado a acuerdos en temas como el desarrollo agrario, la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen y la lucha conjunta contra el narcotráfico.
Las partes discuten desde el año pasado el punto de las víctimas del conflicto armado interno, que en cinco décadas deja más de 220.000 muertos, casi cinco millones de desplazados y unos 45.000 desaparecidos.
De forma simultánea, los negociadores han estado discutiendo el tema de la justicia transicional, a fin de acelerar el proceso.
Un acuerdo en los temas de la reparación a las víctimas y la aplicación de la justicia dejaría cerca la firma un acuerdo de paz, en opinión de analistas, pues restaría solamente la discusión sobre la desmovilización de los guerrilleros y la declaración de un alto el fuego definitivo.
La intensidad del conflicto armado ha disminuido notablemente desde el pasado 20 de julio, cuando las FARC iniciaron un alto el fuego unilateral y el gobierno ordenó a la Fuerza Aérea suspender los bombardeos contra los campamentos de ese grupo, que surgió en 1964 y tiene aproximadamente 8.000 miembros.
El último punto del proceso de paz implica un acuerdo entre las partes para definir el mecanismo que se usará para que los acuerdos sean refrendados.
El gobierno ha insistido en los últimos meses en un referéndum, mientras que al comienzo del proceso las FARC plantearon una asamblea nacional constituyente.
Pn/gm
DPA
